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5 de noviembre de 2009
Redacción
La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) solicitó a la Cámara de Diputados recursos adicionales por siete mil 272 millones de pesos para el presupuesto 2010 para detener el debacle de la ciencia y la educación, informó su presidenta, Rosaura Ruiz Gutiérrez.
La funcionaria explicó que 2 mil 329 millones de pesos son para resarcir la disminución de recursos implícita en el Proyecto de Presupuesto presentado por el Ejecutivo y 2 mil 670 para atender requerimientos de ampliación en proyectos específicos, explicó en un comunicado de prensa.
La titular de la AMC propuso a la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados formar un fondo especial de 500 millones de pesos, enfocado a lograr que en el año 2012 cada uno de los estados del país cuente con, al menos, un centro de investigación.
Ruiz exigió a los legisladores que detengan el recorte propuesto por el Ejecutivo a la ciencia y tecnología en el presupuesto del año 2010, el cual asciende a 2 mil 329 millones de pesos, y advertir que de no hacerlo serían corresponsales del deterioro de la calidad de la educación y la salud de los mexicanos.
Además, urgió en la necesidad de invertir 500 millones más para la compra de equipo e infraestructura y 873 millones para el fortalecimiento del Programa de Becas de Posgrado.
Para dar firmes pasos hacia adelante en el mandato de ley de invertir, al menos, el uno por ciento del PIB en ciencia y tecnología, la también secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM señaló que un incremento anual en el presupuesto de 12 mil millones de pesos permitiría alcanzarlo en el año 2018.
De seguir con las tendencias actuales, comentó que sería hasta el año 2042 cuando podría alcanzarse el uno por ciento del PIB que han recomendado organismos internacionales como la UNESCO y que países como Brasil ya están invirtiendo.
Si bien se trata de una cantidad considerable, recordemos que el país destina, cada año, 0.59 por ciento del PIB para el rescate bancario y sólo 0.34 por ciento para ciencia y tecnología.
Bajo rendimiento
Ruiz agregó que entre las consecuencias de la baja inversión en ciencia es posible ver que poco más del 50 por ciento de los estudiantes evaluados por la prueba PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se ubicaron por debajo del nivel dos.
«La situación es alarmante, porque en unos años esos jóvenes que no se encuentran formados para desempeñarse en la sociedad moderna serán los líderes, empresarios, políticos e ingenieros del País», detalló en un comunicado de prensa.
La OCDE considera que, para que un país sea competitivo en la sociedad actual, debe contar con un determinado porcentaje de estudiantes que alcancen los niveles 5 y 6 en dicha prueba.
La también investigadora consideró que el pobre desempeño de los estudiantes mexicanos se explica, entre otras causas, por la escasa inversión en ciencia y tecnología que realiza el país, la cual se refleja en la falta de maestros calificados.
Estudios realizados por la OCDE en 2008 indican que existe una clara relación entre la proporción de alumnos de 15 años que alcanzaron niveles 5 y 6 en la escala de ciencias de la prueba PISA y el número de investigadores de tiempo completo por cada mil personas en un país, el número de patentes en relación con el total de la población y el gasto nacional bruto dedicado a la investigación y al desarrollo de la capacidad de innovación.
Sostuvo que el Informe 2007-2008 de las Naciones Unidas para el Desarrollo clasifica a México en desarrollo humano en el lugar 52 de 177 países, por debajo de Argentina, Chile, Uruguay y Cuba.
Para ofrecer un panorama de lo limitado de la inversión nacional en el rubro, Rosaura Ruiz señaló que la inversión en investigación y desarrollo (I+D) por habitante de México, pasó de 30 dólares en 1996 a 48 en 2005. En este mismo periodo, Brasil registró un avance de 37.26 a 46.51 dólares; Estados Unidos avanzó de casi 744 dólares a mil 091 por habitante, y en Finlandia el gasto en investigación y desarrollo experimental per cápita alcanzó los mil 100 dólares anuales.
Si bien informes del CONACYT señalan que el sector privado es responsable del 30 por ciento de la inversión en investigación y desarrollo, el indicador considera como inversión la compra de tecnología, derechos, servicios y el pago de regalías por el uso de patente. La realidad, dijo, es que en México el sector privado prácticamente no aporta recursos para investigación y desarrollo.
Además, Ruiz expuso que la participación de México en la producción científica mundial en el año 2006 fue de sólo 0.75 por ciento del total de artículos publicados, y el factor de impacto en el periodo 2002-2006, en promedio fue de 2.88, lejos de los estándares internacionales.
Nivel de inventiva en 2004
La presidenta de la Academia informó que el coeficiente de inventiva de México está muy por debajo de otras naciones americanas:
•México 0.05
•Brasil 0.51
•Argentina 0.41
•Japón obtuvo 32.41
•Corea 20.18
•Alemania 12
•Estados Unidos 6.95.
Fuente: reforma.com