Reforma
29 de septiembre de 2009
Diana Saavedra
Presumen principales aportes científicos mexicanos del siglo 20
Ciudad de México.- Con el propósito de mostrar que científicos mexicanos han realizado grandes contribuciones al mundo pese a la situación económica y escasos apoyos, investigadores presentaron el libro Aportaciones Científicas y Humanísticas Mexicanas en el Siglo XX (FCE, 2009).
Sergio Estrada Orihuela, Coordinador de Innovación Tecnológica del Instituto de Ingeniería y Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, explicó que la idea de reunir en un texto los principales aportes científicos y tecnológicos de investigadores nacionales surgió hace aproximadamente tres años.
Aportaciones… reúne ensayos escritos por especialistas galardonados con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el Premio de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias, especialistas eméritos del Sistema Nacional de Investigadores y miembros del Colegio Nacional.
«Los artículos publicados tienen la intención de expresar cómo fue que se llegó a cierto descubrimiento en un lenguaje coloquial y narrado por el investigador que lo generó», dijo Estrada Orihuela.
«El objetivo es que este libro sea un gran taller de formación científica. Por alguna razón, el joven que tiene vocación hacia la ciencia no sabe cómo se hace. Si le gusta la literatura puede ir a un taller, pero ¿cómo motivar a un joven para que se integre a la actividad científica cotidiana? Ese es el reto.
«Es importante que nos podamos sentir orgullosos de lo que hacen los científicos en el País».
Así, en estricto orden alfabético, 104 especialistas escribieron ensayos sobre sus principales aportaciones científicas y narraron de dónde surgió la inspiración para llegar a ellos.
«Queremos que nos digas cuál ha sido, según tú, la más importante contribución que hiciste en tu carrera, te la hayan premiado o no», explicó el compilador del texto junto con el Dr. Octavio Paredes.
«Les solicitamos que nos platicaran cuál era la mayor aportación científica en su carrera, la más representativa, con un lenguaje sencillo, coloquial e inclusive anecdótico, de la misma forma en que se cuenta en una charla, sino cómo se le ocurrió y, sobre todo, cómo la hizo».
La invitación para escribir los ensayos la hizo hace tres años la Academia Mexicana de Ciencias; sin embargo, no todos los especialistas pudieron responder, como es el caso del Premio Nobel Mario Molina.
«(Con el) doctor Molina no coincidimos con las fechas de entrega. Él y su esposa hicieron todo lo posible por coincidir con la agenda, pero ya tenía ocupaciones y deberes por las que, lamentablemente, no pudieron enviarnos su colaboración», explicó Estrada Orihuela.
Ciencia joven
En América Latina y México son escasas las oportunidades para que el público pueda conocer las principales aportaciones científicas del País, incluso cuando se cuenta con investigadores reconocidos en todo el mundo.
«Aún cuando existen personajes de la talla de Manuel Sandoval Vallarta, en realidad, la ciencia mexicana nace poco antes de la década de los 50», recordó el especialista, quien junto con Heliodoro Celis Sandoval, descubrió los ionóforos eléctricamente silenciosos.
«La ciencia mexicana es muy joven, es una de las disciplinas que nace en la segunda parte del siglo pasado, y estas contribuciones muestran el impulso que se le ha dado en México a la creación científica individual».
Al igual que el conocimiento, Aportaciones… no tiene límites institucionales, hombres y mujeres, pues se contó con la colaboración de científicos de la UNAM, el IPN, el Cinvestav, diversas universidades públicas y centros de investigación.
«La actividad científica no tiene barreras. La originalidad del pensamiento tiene varios factores, como la formación, las circunstancias que facilitan un descubrimiento, el ámbito local y el entorno humano que facilita la creación científica», comentó.