Terra Noticias
26 de agosto de 2009
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Pueden provocar cáncer
Los estudios in vitro que realiza la investigadora Yolanda Irasema Chirino López demuestran los graves efectos de la contaminación en la salud de los capitalinos
México.- Hace 30 años, cuando empezó a aparecer la contaminación en el aire de la Ciudad de México no se sabía que era tan grave; sin embargo, hoy los estudios han demostrado que ésta tiene severos efectos sobre la salud, manifestó Yolanda Irasema Chirino López, investigadora que obtuvo una de las cuatro Becas para las Mujeres en la Ciencia L’Oréal- UNESCO-Academia Mexicana de Ciencias 2009.
Estudios recientes realizados en el laboratorio de Irasema Chirino han demostrado que las partículas suspendidas en el aire provocan fuertes daños al ADN, pues aún cuando las células afectadas no mueran, sí transfieren el ADN dañado y con alteraciones a las células hijas, lo que podría promover el desarrollo de cáncer de pulmón.
La especialista adscrita al Instituto Nacional de Cancerología trabaja con partículas que se encuentran suspendidas en el aire de la Ciudad de México y que provienen de la combustión de gasolinas y diesel, así como de la actividad industrial, con el objetivo de determinar el efecto que tienen en sistemas biológicos como las células de pulmón humano.
Yolanda Irasema Chirino consideró que, una vez confirmados los efectos nocivos de las partículas contaminantes suspendidas en el aire, el siguiente paso consiste en regular las emisiones tanto de los automóviles como de las industrias, tarea que corresponde a las autoridades.
Al referirse a las partículas suspendidas con las que ella trabaja, explicó que tienen componentes como hierro, cobre, vanadio, plomo, además de endotoxina, que es un componente de las bacterias, también tienen compuestos orgánicos de la combustión de las gasolinas y derivados de diesel, entre otros.
Al respirar las partículas, todos estos compuestos se van liberando y van ocasionando efectos, todos ellos perjudiciales, dijo la experta en estrés oxidante.
Por otro lado, señaló que estas nocivas partículas son de tamaño igual o menor a 10 micrómetros y se conocen con el nombre de PM10. El tamaño, dijo, es importante porque mientras más pequeñas son, pueden llegar más profundo cuando las respiramos. Las partículas llamadas PM2.5 pueden, incluso, llegar al torrente sanguíneo, advirtió.
Agregó que los resultados de sus investigaciones in vitro indican que las partículas tienen un efecto muy importante porque dañan el ADN, los lípidos y las proteínas de las células humanas.
Estos efectos, señaló, confirman los resultados de estudios epidemiológicos que indican que estas partículas suspendidas tienen efectos nocivos en la salud a nivel respiratorio y cardiovascular.
La experta en toxicología explicó que los estudios epidemiológicos tienen que complementarse con estudios in vitro, como los que ella realiza, y posteriormente en animales para detallar exactamente los mecanismos de daño a las células y así poder atacarlos.
Yolanda Irasema Chirino López consideró que si bien los efectos tóxicos de las partículas PM10 están bien documentados y los habitantes de la ciudad de México las respiramos a diario, no todos los individuos son igualmente susceptibles genéticamente, además de que factores como la alimentación sana y el hábito de hacer ejercicio pueden disminuir los riesgos.
En un mensaje a los jóvenes investigadores del país, Chirino López dijo que si bien el apoyo a la ciencia es limitado y las oportunidades para los jóvenes son reducidas por la crisis económica actual, los investigadores que se dedican de tiempo completo a la ciencia y persisten pueden lograr avances importantes.
Asimismo, expresó su deseo de emplear su beca L’Oréal-UNESCO-AMC para continuar estudiando los efectos de los contaminantes mencionados en el pulmón in vivo, con la ayuda de modelos animales.