El Sendero del Peje
10 de julio de 2009
Notimex
México.- Los países en desarrollo y de baja capacidad para responder al cambio climático, en los cuales el turismo es la principal o la única fuente de divisas, están en grave riesgo económico al deteriorarse sus arrecifes coralinos.
Federico Páez Osuna, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), advirtió que el Caribe mexicano, donde se encuentra el segundo sistema arrecifal más grande del planeta, se verá afectado de no contenerse el problema de la acidificación del océano.
Al participar en el Panel de las Academias de Ciencias sobre la Declaración de la Acidificación del Océano, señaló que gran parte de la economía de la región caribeña descansa en el turismo y en el atractivo que representa la barrera de arrecifes.
El experto en contaminación marina del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recordó que los arrecifes son uno de los ecosistemas más vulnerables a la acidificación de los océanos.
Los mares juegan un papel muy importante en la regulación del clima y en el ciclo del carbono, captando al menos 25 por ciento del bióxido de Carbono (CO2) emitido por distintas fuentes antropogénicas.
Sin embargo, al absorber este CO2 disminuye su acidez y reduce la saturación de carbonato de calcio (CaCO3) en las aguas superficiales, donde se da la mayor parte de la producción oceánica, explicó.
Páez Osuna sostuvo que debido a que la acidificación de los mares es irreversible para nuestro periodo de vida y el de muchas generaciones futuras, la única forma de minimizar el riesgo a estos cambios es reduciendo las emisiones globales de bióxido de carbono que van en aumento día con día.
Ese incremento, advirtió, ha sido producido por la quema de combustibles fósiles, la agricultura y la deforestación, los cuales han hecho que la concentración atmosférica sea hoy mayor a como había sido en los últimos 650 mil años.
Abundó que pese a que México no está entre los países que mayor cantidad de bióxido de carbono generan, si es importante su colaboración y aseguró que la República mexicana puede hacer mucho más de lo que hasta ahora se ha venido haciendo.
Por ello propuso modificar el ritmo de consumo de los combustibles fósiles, considerar fuentes de energías alternativas y cuidar la producción de desperdicios, así como reflexionar sobre la producción individual de CO2.
En el panel participaron expertos de la Royal Society de Reino Unido, la Royal Society de Nueva Zelanda y del Consejo de Ciencias de Japón y de las academias de Ciencias de Canadá, Australia, Suecia, China, Brasil y México, entre otras instituciones.
Los participantes del panel trabajan actualmente en una Declaración de la Acidificación del Océano, con el objetivo de llamar la atención a los gobiernos del mundo sobre este problema.