La Crónica de Hoy
15 de julio de 2009
Isaac Torres
El mundo tiene que progresar y, a nivel fundamental, las ciencias son en gran medida una empresa internacional, sin embargo, no es necesario para todos los países, entre ellos México, tratar de cubrir todas las áreas, sino concentrarse en las que tengan una repercusión en su economía, señaló en entrevista Joseph Taylor, Premio Nobel de Física (1993).
En entrevista apuntó que la generación de más estudiantes a nivel licenciatura como en bachillerato en el país es clave para aumentar su capacidad científica y beneficiarse así en su desarrollo económico.
El científico estadunidense, que ofrecerá hoy una conferencia magistral a los participantes de la 40 Olimpiada Internacional de Física (IPhO40) celebrada en Mérida, Yucatán, sobre sus investigaciones que le valieron el Nobel, refirió además que si bien las ciencias básicas no conceden resultados aplicables inmediatos, históricamente las investigaciones en el área han proporcionado la gran mayoría de los beneficios tecnológicos con los que cuenta hoy en día la humanidad.
Mencionó que el trabajo en ciencia básica es fundamental, momento en el que los investigadores se concentran más en las preguntas que en las aplicaciones que puedan tener, las cuales vienen inmediatamente después de su desarrollo.
“La física, por ejemplo, puede ser difícil de entender para las personas que no se dedican a la ciencia, sin embargo es importante que nosotros tomemos el tiempo para explicar su relevancia, por qué es importante explorar las leyes de la naturaleza y aprender cosas que podrían no ser aplicables el día de hoy, o incluso en años, pero que eventualmente se volverán importantes”, abundó.
En este sentido, agregó, el papel que han realizado países como China e India en los últimos años es destacable, puesto que su inversión científica no ha tomado demasiado tiempo para que sus economías se beneficien de ella y logren crecer rápidamente.
“Creo que otros países deben advertir estas experiencias, pero no copiarlos necesariamente, y buscar qué características pueden ser aplicables en su entorno local”, dijo.
GESTA OLÍMPICA. En referencia a la Olimpiada Internacional, Taylor opinó que es una gran oportunidad para que los mejores estudiantes del ramo en el mundo se relacionen entre sí, cuyo nivel aumentará notablemente después de su preparación y participación en la gesta.
“Creo que es muy útil tener a alguien como yo para brindarles alguna guía, una inspiración sobre lo que es desarrollarse como físico en la vida, y muchos así lo harán”, apuntó.
El investigador añadió que algunos estudiantes probablemente se convertirán en científicos interesados en cuestiones básicas y, además de continuar sus propias investigaciones, se volverán en los profesores que en el futuro entrenarán a otros estudiantes.
MUJERES EN LA CIENCIA. En referencia a la señalización, en el marco de la Olimpiada, de la presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Rosaura Ruiz, sobre la escasa participación de mujeres en la física, dijo que si bien esta es una reflexión sobre la naturaleza de nuestra sociedad y cultura, ha habido un cambio, de tal forma que la tendencia ha ido cambiando.
“En algunos países el cambio es notable, tal es el caso de Irán, por ejemplo, donde descubrí que en la Universidad de Teherán, muy distinguida, tienen un gran departamento de física y más de la mitad de los estudiantes son mujeres.
“Estaba muy impresionado y pregunté cómo era posible, lo cual no sucede en EU, me refirieron que sus mamás les dicen: estudien, porque la física es el futuro del mundo”, señaló.
Sus estudios ayudaron a entender teoría de la relatividad
Joseph Taylor fue galardonado con el Premio Nobel de Física 1993 por descubrir un pulsar efecto astronómico que expulsa grandes cantidades de energía, de tipo binomio, cuya importancia es que “nos permitió hacer un examen preciso de la teoría de la relatividad de Einstein”.
Explicó que aspectos de la teoría, formulada hace 70 años, nunca se habían comprobado hasta que junto con Joel Weinsberg dieron el primer paso en su validación dentro de la naturaleza, tema sobre el que abundará en la conferencia de hoy en la IPhO04.
Aunque la teoría del científico alemán, acotó, no tiene la última palabra en la materia, es la que mejor explica el fenómeno gravitatorio con el que se cuenta.
Aclaró que esto se debe a que ésta no es consistente con su otra teoría sobre física cuántica, la cual opera al mundo microscópico, mientras que la primera se aplica al universo, por lo que sigue habiendo un eslabón perdido.
Tal vez en el futuro haya forma de explicarlo, dijo, por lo que enfatizó el papel de las nuevas generaciones, quienes podrían lograrlo, “parte de lo que busco es transmitir a los estudiantes es la emoción de descubrir algo nuevo que antes nadie sabía”.
Y comentó que este tipo de investigaciones “aún no ha sido capaz de darnos nada útil en términos económicos. A veces se hacen descubrimientos importantes para la ciencia, que si bien no son fundamentales para nuestra vida cotidiana, tienen un papel fundamental en el incremento del conocimiento”, refirió.