El Economista
Monterrey
12 de octubre de 2005
(Notimex)
La UNAM asegura que de lo contrario continuaremos en los últimos lugares de número de investigadores, falta de patentes y transferencia de tecnología
México requiere un pacto nacional que permita impulsar una política de Estado en materia de ciencia y tecnología, a fin de lograr encontrar las fórmulas para revertir la falta de desarrollo de estos ámbitos en el país.
El coordinador de Investigación Científica de la UNAM, René Drucker Collín destacó que el desarrollo de la ciencia y tecnología en el país, no es una tarea exclusiva del gobierno, sino de todo el Estado mexicano.
Por ello urgió al sector legislativo, ejecutivo y asociaciones civiles y empresarios a buscar mecanismos para generar más ciencia y tecnología en México.
En su ponencia ¡La ciencia en México, hacia dónde!, efectuada en el marco de XXX Aniversario del Centro de Investigaciones Hideyo Noguchi de esta ciudad, dijo que de lo contrario continuaremos en los últimos lugares en inversiones en materia, número de investigadores, falta de patentes y transferencia de tecnología a nivel mundial.
El también ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, citó que el país requiere un cambio dramático en numerosas áreas, en especial, en lo que se requiere a energía, agua y al campo, donde en la actualidad no se genera ningún tipo de investigaciones.
En el caso de la energía, explicó que deben buscar nuevas alternativas para suprimir el uso del petróleo que en unos cuantos años se podría ver agotado, lo que también generaría una reducción de costos en las empresas.
En materia de agua, apuntó que ésta se agota y ya se tiene que recurrir al agua fósil para abastecer las necesidades de las grandes ciudades, por lo que se requiere encontrar fórmulas para desalinizar la que se encuentra en torno a la República Mexicana.
En lo que se refiere al campo mexicano, expuso que los grandes rezagos que se tienen se debe básicamente al desinterés del Estado, en especial de los poderes legislativo y ejecutivo por invertir para diseñar estrategias que permitan a éste ser más rentable.
A su vez, subrayó que la falta de políticas en favor de la ciencia y tecnología en México ha generado ¡no sólo una fuga externa de cerebros, sino también interna, ya que quienes salen de las universidades y centros de investigación no encuentran trabajo!.
Apuntó que paradójicamente se invierte mas en generar espacios para las áreas de administración y sociales, lo que representa un 80 por ciento de la matrícula universitaria nacional, y se ha dejado a un lado el interés por fomentar las ciencias básicas.
Al respecto, lamentó que en el Sistema Nacional de Investigadores (SIC) un total de 11 estados no cuenten con un sólo especialista asociado en el área de la salud, lo que da una idea del problema que presentamos.
Al mismo tiempo, el connotado científico mexicano abundó que es necesario que en las escuelas se impulse una política de enseñanza de la ciencia básica y no de la mal llamada ciencia aplicada.
Esto, continuó, impide generar más científicos y personas con un mayor desarrollo de sus capacidades intelectuales de raciocinio, capacidad de opinión y cultura.
¡En México se desarrolla buena ciencia, el problema es que somos pocos y no se cuentan con los recursos para aumentar el número de investigadores, por lo que una estrategia adecuada para desarrollar ciencia es encontrar los nichos de mercado en los que podamos insertarnos!, opinó.
Añadió que la ciencia no resolverá todos los problemas nacionales pero sí es una palanca de desarrollo y en esto debemos pugnar por un pacto nacional para que todos en conjunto podamos crear programas y mejorar presupuestos en favor de estos rubros.