La Jornada en la ciencia
6 de junio de 2009
AMC. La figura de Amicus curiae (amigos de la corte) entendida como los actores externos que emiten opiniones expertas sobre un tema específico, resulta de vital importancia para el sistema judicial mexicano, señaló Rosaura Ruiz Gutiérrez, presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), al participar en la clausura del Seminario Derecho, Ciencia y Tecnología.
El Seminario forma parte de las actividades del convenio firmado entre la AMC y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en noviembre de 2006, con el objetivo de enriquecer el criterio de jueces en temas como el ADN recombinante, medicina genómica, células troncales, organismos genéticamente modificados, contaminación ambiental, telecomunicaciones, entre otros.
“Este instrumento reconoce a la AMC como órgano consultor y asesor en materia de ciencia y tecnología, y le otorga la facultad de llevar a cabo estudios, análisis, investigaciones y actividades académicas, a petición de la Suprema Corte”, resaltó Ruiz Gutiérrez.
Asimismo, destacó el interés de la SCJN por tratar temas fundamentales con la comunidad científica debido al vertiginoso desarrollo tecnológico de nuestros tiempos y a la compleja relación entre la sociedad y el conocimiento.
“La Academia es y será el órgano de consulta para la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, afirmó Guillermo Ortiz Mayagoitia, ministro presidente de la SCJN, durante la ceremonia realizada el lunes 26 de mayo, en las instalaciones de la Corte.
Durante la conferencia de clausura titulada La figura del Amicus curiae, José Ramón Cossío Díaz, ministro de la SCJN e integrante de la AMC, indicó que los jueces y magistrados necesitan acercarse al conocimiento científico. “Porque ellos son los que resuelven situaciones que no solamente atañen a particulares, sino a toda la sociedad”, resaltó.
Añadió que los juicios donde se involucran temas como la eutanasia, el SIDA y el aborto, son ejemplos de juicios civiles que pueden llegar a convertirse en juicios constitucionales que llegan a modificar la legislación.
Por ello, ahora que se está analizando el tema del aborto en la SCJN, Cossío mencionó que se ha abierto la posibilidad de que los interesados expresen sus opiniones ya sean a favor o en contra de dicho tópico.
“Estos son problemas nuevos que los ministros deben manejar y, al saber más sobre ellos, creamos un antecedente que se convierte en conocimiento ordinario y cuando inciden en la vida diaria, es necesario legislar al respecto”, explicó el también integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel III.
El magistrado expresó que mediante la figura Amicus cuniae, que si bien no está formalmente establecida en México, en algunos juicios puede usarse este recurso. Para ello, debe ser aprobada su participación por ambas partes (salvo que sea una determinación de los órganos del Estado), que sean presentadas oportunamente, y que se identifique plenamente quién expresa la opinión.
Cada una de las potencias presentadas durante esta actividad académica, que duró cuatro meses, formará parte de un libro de consulta editado por la AMC, la SCJN y El Colegio Nacional.