La Crónica de Hoy
8 de junio de 2009
Isaac Torres Cruz
50 años de su creación, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) pugna más que nunca por mostrar a las autoridades de los distintos niveles de gobierno, el protagonismo de la investigación científica y la tecnología para el desarrollo de la nación. En entrevista Rosaura Ruiz, presidenta de esta institución, refiere cuáles son los principales problemas que a lo largo de años ha afectado al sector, enfatizando la escasa inversión en éste.
“La Academia es interlocutora del gobierno y siempre ha insistido ante los poderes Legislativo y Ejecutivo la necesidad de una mayor inversión en ciencia para lograr un crecimiento equitativo del país”, apuntó.
La educación, ciencia y tecnología, enfatizó, son herramientas fundamentales para combatir la desigualdad, “que ya es un riesgo de seguridad nacional”, y la AMC juega un papel clave para demostrarlo a los tomadores de decisiones.
“Somos uno de los países con mayor desigualdad en el mundo, donde la brecha entre ricos y pobres es enorme, y no se resolverá sin estos recursos”, acotó.
La científica puntualizó que frente a naciones con un desarrollo económico similar al de México, como Brasil, Argentina y Chile, entre otros, nos hemos quedado rezagados por el descuido del sector.
“España en los años 70 tenía indicadores de desarrollo humano, ciencia y tecnología inferiores a los de México; en la actualidad nos supera significativamente porque actuó para resarcir su atraso”, ejemplificó.
Mencionó también que frente a las declaraciones recientes del presidente Felipe Calderón, sobre la necesidad de impulsar la ciencia en el país, la comunidad espera que no se quede sólo en el discurso.
“El gobierno federal ha señalado que existe claridad sobre la importancia del sector, entonces esperamos una respuesta, sobre qué van a hacer al respecto”, añadió.
LENTO Y DESIGUAL AVANCE. No obstante que desde 2001 la Ley de Ciencia y Tecnología establece la inversión del 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al ramo, en la actualidad se destina un porcentaje del 0.36, motivo por el cual la AMC ha manifestado su preocupación constantemente.
“La falta de recursos sigue siendo uno de los principales problemas; existe una gran necesidad de crear nuevos centros de investigación y fortalecer los ya existentes, así como las universidades públicas”, refirió.
Aclaró que la desigualdad en el avance por entidades del país de la ciencia es un problema insoslayable y que deben hacerse más esfuerzos por apoyar financieramente a las universidades estatales. “Existen instituciones y universidades consolidadas, sin embargo hay un atraso en estados como Oaxaca y Chiapas, las cuales necesitan de más apoyo”, dijo.
La también secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM añadió que existen rezagos que la misma comunidad académica tiene que resolver, como el promedio de edad en la que los jóvenes científicos se incorporan a trabajar en las instituciones de investigación.
“El promedio de edad en nuestro país es de 38 años, que en términos generales son muchos puesto que en naciones desarrolladas se integran antes de los 30 al sector académico con un doctorado y listos para trabajar. Debemos buscar la forma de resolverlo y mejorar los tiempos para que los investigadores se incorporen a edades cada vez más tempranas”, abundó.
Ruiz Gutiérrez recordó que la misión de la AMC también es difundir la ciencia en la sociedad, así como mejorar la educación de ésta. Entre estas labores de divulgación, la Academia ha consolidado programas como los Veranos de la investigación científica, La ciencia en tu escuela, Computación para niños; ha gestado programas como el de Adopte un talento, Sábados en la ciencia en la Biblioteca Vasconcelos y Domingos en la ciencia en el Mutec, entre otros. También se ha encargado de organizar las olimpiadas nacionales de ciencias y preparar a los concursantes que representan a México en las internacionales.
La AMC otorga también reconocimientos como los premios de investigación a científicos jóvenes, a las mejores tesis de doctorado en ciencias sociales y humanidades, así como a las mejores en ciencias exactas e investigación tecnológica, en coordinación con Asociación Mexicana de Amigos del Instituto Weizmann de Ciencias, entre otros.
“La Academia tiene todas estás funciones y las seguirá haciendo; es una institución con 50 años de edad y esperamos tenga muchos más”, finalizó Rosaura Ruiz.