Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/047/09
México, D. F., 2 de abril de 2009
- El investigador galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008 consideró prioritario aprovechar mejor los eventos lluviosos que se presentan en estas regiones del país
- Los agrónomos juegan un papel protagónico en la producción de alimentos, aspecto básico para el desarrollo de un país, afirmó en entrevista
- Un reto, aumentar la producción de los cultivos tanto para consumo humano y animal como para la fabricación de combustibles, señaló el integrante de la AMC
- Edmundo García Moya, investigador miembro de la AMC, destacó la importancia de impulsar la investigación agrícola en zonas áridas.
Foto: AMC
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En México, la agricultura en zonas áridas es una actividad de alto riesgo, por lo que se requiere impulsar la investigación en sistemas agrícolas, tales como la producción en agostaderos, prácticas de captación de lluvia y encauzamiento de avenidas, en los campos de cultivo, consideró Edmundo García Moya, ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008 en el área de Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales.
El académico del Colegio de Posgraduados (COLPOS) e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, dijo que con ello se podrían aprovechar mejor los eventos lluviosos que se presentan año con año en diversas regiones del país.
El uso de estos recursos podría emplearse, afirmó, para producir alimentos, forrajes para el ganado, en la utilización de escorrentías para el llenado de aguajes (para animales domésticos y la fauna silvestre), así como para la alimentación del manto freático que abastece de agua potable los asentamientos humanos de estos lugares.
Al hablar sobre algunas de las aportaciones que él y su grupo de colaboradores han realizado en el área de su especialidad, las zonas áridas, García Moya habló sobre su trabajo para acortar el ciclo de producción del Maguey Verde del Altiplano Potosino, a uno que va de los 12 a los 14 años, con lo que se derrumba el paradigma de que los magueyes son “century plants”, como se las conoce en inglés.
De igual forma, señaló que este grupo ha realizado importantes contribuciones al conocimiento y aprovechamiento de la fauna silvestre del altiplano potosino.
Precisó que han estudiado el aporte de las especies leñosas para la alimentación de ganado mayor y menor en pastoreo. Entre estas plantas, destacó las comúnmente llamadas engordacabra, costilla de vaca, hierba prieta, nopal, maguey y mezquite.
De igual forma, indicó que han identificado zacates, pricipalmente del género Bouteloua, que son valiosos por su capacidad de respuesta a la sequía, el apacentamiento y el fuego, y que por ello pueden utilizarse en programas de recuperación de terrenos afectados por el cambio del uso de la tierra y el sobrepastoreo. Estas especies también han demostrado ser de ayuda para la producción animal en agostaderos, apuntó.
En entrevista, Edmundo García Moya consideró relevante el hecho de que se haya otorgado el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de agronomía, porque este es un signo de que sus pares consideran que los agrónomos juegan un papel protagónico en la producción de alimentos, aspecto básico para el desarrollo de un país.
En este sentido, expresó que este reconocimiento abre oportunidades para que otros investigadores talentosos en el área agrícola realicen aportaciones científicas importantes en este campo, especialmente en la actualidad, cuando se vive el reto de aumentar la producción de los cultivos, tanto para consumo humano y animal, como para la fabricación de combustibles.