El Sendero del Peje
26 de marzo de 2009
Notimex
Roma.- México está presente en la cumbre de ciencia de los países del G-8 + 5, iniciada hoy aquí, como una nación expulsora de migrantes y afectada por la fuga de cerebros, dijo el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, José Franco.
Señaló que la cita de dos días, inaugurada por los ministros italianos de Exteriores, Franco Frattini, y de Cultura, Sandro Bondi, tiene como objetivo elaborar dos documentos sobre energía, cambio climático y migraciones.
Los textos indicarán posibles líneas de acción en esos temas y serán presentados en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los Ocho (G-8) países más desarrollados, que tendrá lugar en julio próximo en la isla italiana de La Magdalena.
Por iniciativa italiana, la cita se ha ampliado a los países del Grupo de los Cinco (México, Brasil, China, India y Sudáfrica), además de a Egipto, como observador.
En entrevista con Notimex, Franco, también director del Instituto de Astronomía de la UNAM, señaló que en la reunión, México se presenta como una nación de expulsión de migrantes, mientras que los países del G8 son más bien receptores.
Opinó que desde el punto de vista macroeconómico, México podría ser un país del primer mundo, «pero desde una perspectiva social y microeconómica somos del tercer mundo y esto ya debía haber causado desde hace muchos años una alarma gigantesca».
«De la cumbre saldrán dos documentos: se harán recomendaciones fuertes, tanto sobre la urgencia de poner en práctica acciones contra el calentamiento global, como respecto a la necesidad de evitar acciones xenófobas contra los migrantes», anotó.
En el tema de energía y cambio climático dijo que la discusión se centra en la problemática de los combustibles fósiles, que generan una cantidad de gases, sobre todo CO2, culpables del efecto invernadero.
Indicó que el calentamiento global tendrá un impacto a gran escala y que todos los patrones de lluvia y de sequía van a cambiar, con el aumento del nivel del mar, debido al deshielo de los casquetes polares y la inundación de tierras bajas, como Bangladesh o la península de Yucatán.
«Ello afectará a la agricultura y ocasionará migraciones de animales, insectos y humanos, lo que a su vez generará problemas de salud y de lo que se trata es de buscar alternativas a los combustibles fósiles», acotó.
Según Franco habrá que impulsar todos los sistemas alternativos de energía, incluida la solar, eólica o biomasa e incluso la nuclear, pero además desarrollar medidas como la captura de bióxido de carbono, haciendo artificialmente algo similar a la fotosíntesis.
Respecto al tema de las migraciones, destacó que es un problema que afecta y preocupa directamente a México y que incluye tanto a personas de poca instrucción, como a aquellos de elevada educación.
«México está muy preocupado por la fuga de cerebros. El país pierde como 100 mil millones de pesos, que son los invertidos en la preparación de estas personas, que después se ven obligadas a irse al extranjero», señaló.
En ese sentido, opinó que México «no tiene políticas a largo plazo en ninguno de los ámbitos importantes de la vida nacional» y que mientras no se desarrolle la asociación universidades-empresas, el país no va a desarrollarse.