El Sendero del Peje
25 de marzo de 2009
Notimex
Villahermosa.- En la región sureste ha llegado el momento de repensar el esquema de desarrollo ante la visualización del fin de la era del petróleo y una nueva fincada en energías alternas, dijo la presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz Gutiérrez.
«De ser este el caso, estaremos en mejores condiciones para enfrentar el calentamiento global y sus devastadores efectos para la región», expuso.
En su participación en el Simposio Transición Energética y Oportunidades en el Sureste Mexicano, refirió que el uso dominante de las energías fósiles, junto con una explotación precipitada y arrebatada del crudo, generó alteraciones naturales.
Así como el rompimiento de los equilibrios hidrológicos en el sureste mexicano, el cambio de los patrones económicos en el medio rural y el menosprecio u olvido de bienes agropecuarios, tan propios de la región, indicó.
Este proceso, dijo, se acompañó por una transformación demográfica y territorial y por el fenómeno de la migración en busca de la bonanza del norte.
Explicó que con ello ha surgido el clima de violencia e inseguridad, de la mano del crimen organizado, «así, las bandas de narcotraficantes, dada la posición geográfica, agregan a la región desafíos que es obligado enfrentar».
Ante el gobernador Andrés Granier Melo y el coordinador de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Carlos Aramburo de la Hoz, enfatizó que Tabasco y el sureste se encuentran en un momento de definiciones para su horizonte histórico.
Refirió que con base en las recientes reformas legales en materia petrolera, por primera ocasión se abre la posibilidad de formular una ambiciosa y diversificada política energética.
En este sentido, expuso que Tabasco es un venero de oportunidades en la explotación, no sólo de hidrocarburos, sino de energías de origen vegetal o hidráulico.
«Para ello es indispensable poner en marcha nuevas estrategias que permitan evitar que se repita el proceso de explotación desordenada y brutal que tuvo lugar en la década de los ochenta», reiteró.
La académica sostuvo que esta tierra tiene la oportunidad de ubicarse a la vanguardia nacional como fuente determinante de energía y en su explotación racional, limpia y sustentable de petróleo y gas.
Estableció que la Academia Mexicana de Ciencias está comprometida en colaborar con el gobierno estatal para vislumbrar los dilemas y oportunidades del desarrollo regional.