Once Noticias
9 de marzo de 2009
Francisco Avilés
575 mil mexicanos con estudios superiores viven fuera del país, lo que se traduce en pérdidas de más de 100 millones de pesos, tomando en cuenta que cada estudiante de licenciatura representa para al Estado una inversión de 45 mil pesos anuales.
Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) indican que cada año 20 mil estudiantes con licenciatura o posgrado emigran al extranjero.
Rosaura Ruiz Gutiérrez, presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, dijo: “se están yendo jóvenes del país y se están quedando jóvenes que han sido becados por Conacyt, por ejemplo para hacer posgrados en el extranjero, se están quedando afuera, porque no encuentran posibilidades de hacer su trabajo académico en el país”.
La mitad de quienes estudian en el extranjero no regresan al país debido a las ofertas laborales que reciben y a la falta de empleo bien remunerado en su lugar de origen.
“El país invierte en formación de estos jóvenes, muchos de ellos lo hace con muy buena capacidad y desempeño y después se quedan en el extranjero, entonces de alguna manera estamos subvencionando a través de una inversión que hace el país con mucho esfuerzo a otros países con mejores posibilidades”, expresó Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En México, no existen las plazas suficientes para investigadores, además a decir de algunos especialistas, ni el gobierno ni el sector empresarial están interesados en apoyar a los jóvenes científicos.
“Tampoco ven las ventajas ni en las físicas ni en las matemáticas, ni en ninguna de estas áreas que han sido las áreas que han desarrollado la tecnología de punta en el Siglo Veinte”, apuntó José Franco, di rector del Instituto de Astronomía de la UNAM.
La fuga de cerebros y el poco apoyo para la investigación, hacen que cada año se inviertan en patentes 40 mil millones de dólares.
“Esto es una cantidad de dinero gigantesca que si se invirtiera en el país aquí se podrían encontrar soluciones a muchísimas cosas, entonces quien dice que el desarrollo científico y la innovación se haga en otros lados, pues lo que está generando es dependencia de este país”, declaró José Franco.
De acuerdo con autoridades de la SEP, está situación se debe evitar con inversión para aprovechar las capacidades de los científicos y profesionistas en sitios estratégicos en los que se genere y aplique el conocimiento, que aseguran, debe ser considerado un bien público.