Exonline
28 de febrero de 2009
Notimex
Asegura el especialista Marcelino Cereijido que la sociedad actual no ha desarrollado una cultura compatible con la cienciaLa sociedad actual no ha desarrollado una cultura compatible con la ciencia y esa situación hace que la primera y la segunda guerras mundiales, junto con la peste del siglo XIV, sean un juego de niños comparados con el analfabetismo científico, aseveró el especialista Marcelino Cereijido Mattioli.
Al participar en el IV Coloquio Internacional sobre Darwinismo, en la Facultad de Ciencias de la UNAM, alertó que el analfabetismo científico hunde a los países tercermundistas en desocupación, deudas, miseria, corrupción y dependencia.
Expuso que hoy la humanidad está dividida en un primer mundo con ciencia (que representa 10 por ciento) que investiga, crea, produce, impone y hasta llega a definir quién es democrático, y un tercer mundo sin ciencia (90 por ciento) que produce, se transporta y se comunica con los inventos creados por el primer bloque.
Cereijido Mattioli definió al analfabetismo científico como la incapacidad de interpretar la realidad a la manera científica y estableció que todo organismo sobrevive sólo si es capaz de descifrarla de manera eficaz.
El también integrante de la Academia Mexicana de la Ciencia (AMC) externó que la ciencia es la última de una larga serie de modelos mentales que tiene el ser humano para interpretar su realidad.
Ese modelo, añadió, consiste en interpretar lo que se vive sin recurrir a milagros, revelaciones, dogmas ni al principio de autoridad, donde algo es verdad o mentira, dependiendo de quién lo diga.
Planteó que mientras el primer mundo se apoya en la ciencia, el tercer mundo habla de apoyar a la ciencia. En ese sentido asentó que a la ciencia no hay que apoyarla, hay que necesitarla, porque es automática, se apoya sola.
Por otra parte se obliga a los investigadores a no trabajar de acuerdo con las normas científicas, sino con normas administrativas, por lo que criticó que los gobiernos apoyen la teoría de que la mejor manera de ayudar a la ciencia es administrarla.
Otro error, concluyó, es creer que la investigación aplicada es la solución a los problemas de la humanidad cuando la investigación básica llevó, por ejemplo, a desarrollar la vacuna contra la poliomielitis y posteriormente a erradicar esa enfermedad.
jre