Reforma
8 de enero de 2009
Patricia López
A pesar de que el programa «Hoy No Circula» es considerado un éxito oficial, un análisis lo pone en duda, al grado de que los resultados pueden ser muy pobres comparados con los costos, aseveró Héctor G. Riveros Rotgé, físico integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
En su artículo Análisis del programa «Hoy no Circula», publicado en el más reciente número de la Revista Ciencia, órgano de difusión de la AMC, el investigador del instituto de Física de la UNAM recordó que, cuando el programa se implantó, la finalidad era sacar de circulación a 20 por ciento de los autos particulares en días laborales.
Dado que los vehículos consumen 60 por ciento de la gasolina, prosiguió, se podría esperar una reducción de 12 por ciento de contaminación en los días laborales y una reducción real de 8.6 por ciento.
Ahora, aclaró, si la gente que debe dejar sus vehículos se desplaza en algún otro transporte, como el público, que está poco regulado, el consumo de gasolina se incrementa en un porcentaje difícil de estimar.
En un comunicado, Riveros Rotgé dijo que la aplicación del programa, en 1989, no se observó ninguna reducción en la contaminación del aire de la Ciudad, aunque sí se mejoró temporalmente la vialidad y redujo en 5 por ciento el consumo de gasolina.
Sobre el informe del Clean Air Institute, a cuya asesoría recurrió el Gobierno del Distrito Federal en 2007, para la implementación del Hoy No Circula Sabatino, consideró que se repitió el error de calcular la disminución de contaminantes por los vehículos que salen de circulación, sin considerar el aumento de emisiones por los medios de transporte alternativos.
El artículo de la revista Ciencia muestra gráficas de que esta medida no redujo significativamente los niveles de monóxido de carbono ni ozono, de acuerdo con cifras de monitoreo ambiental entre el 2 y el 30 de julio de 2008.
En cuanto a las medidas que podrían ayudar a reducir las emisiones contaminantes de forma considerable, Riveros planteó que los taxis y microbuses cambien cada año sus convertidores catalíticos.
En este sentido, consideró que sería mucho mejor invertir en convertidores catalíticos sustentables, que adquirir vehículos nuevos.
Por otra parte, señaló que hasta antes de que existieran las calcomanías «cero» y «doble cero», el Hoy No Circula fue un fuerte incentivo para la compra de vehículos viejos y contaminantes, pero más baratos.
Dichas calcomanías, añadió, «de hecho derogan el programa, evitando que las autoridades tengan que reconocer el error de su implantación».
Finalmente, concluyó el especialista, el programa únicamente debería usarse en contingencias ambientales.