Rumbo de México
9 de enero de 2009
Karla Santiago
A dos décadas de su creación, ha sido difícil concretar el objetivo primordial: eliminar los índices de contaminación
A 20 años de instaurarse el programa Hoy no Circula, los resultados obtenidos son muy pobres comparados con los costos, aseguró Héctor G. Riveros Rotgé, científico de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Mediante su artículo Análisis del programa Hoy no Circula, publicado en el más reciente número de la Revista Ciencia de la AMC, el investigador recordó que dicho mecanismo se implantó con la finalidad de sacar de circulación al 20 por ciento de los autos particulares en días laborales
Deficiencias
Según datos del experto del AMC, los vehículos particulares consumen el 60 por ciento de la gasolina, por lo que se podría esperar una reducción del 12 por ciento de la contaminación en los días laborales, y una reducción real del 8.6 por ciento.
Estos cálculos, señaló, implicarían que la gente que “no circula”, se quede en su casa esos días. Sin embrago, apuntó que estas personas se desplazan en algún otro vehículo particular o usan el transporte público que está mal regulado.
Ante este panorama, Riveros Rotgé afirmó que el consumo de gasolina se incrementa en un porcentaje difícil de estimar.
Respecto a los beneficios del Hoy no Circula, destacó que al implementarse en 1989, no se observó ninguna reducción en la contaminación del aire de la Ciudad de México, aunque, “sí mejoró la vialidad temporalmente y el consumo de gasolina se redujo en cinco por ciento”.
Errores continuos
En tanto, sobre el Informe del Clean Air Institute, a cuya asesoría recurrió el Gobierno del Distrito Federal (GDF) en 2007 para proponer la implementación del Hoy no Circula Sabatino, Riveros Rotgé consideró que éste repitió el error de calcular la disminución de contaminantes por los vehículos que salen de circulación, sin considerar el aumento de emisiones por los medios de transporte alternativos que emplean las personas para desplazarse los sábados que su vehículo no circula.
“El Hoy no Circula Sabatino, que saca de circulación los vehículos viejos que tienen holograma 2, hace difícil estimar si la contaminación se reduce o se incrementa ya que, por un lado, la menor circulación de vehículos mejora el tráfico y reduce el consumo de gasolina pero, por otro, el mayor uso del transporte público incrementa las emisiones”, precisó el investigador universitario.
Estadísticas
Para ejemplificar estos pobres resultados, el científico de la Academia Mexicana de Ciencias realizó unas gráficas en las que se aprecia que los contaminantes no registraron una reducción significativa tras la aplicación del Hoy no Circula Sabatino.
Las descripciones muestran que no hubo reducción alguna ni en los niveles de monóxido de carbono, ni en los niveles de ozono, de acuerdo con el análisis de las medidas obtenidas de las cinco principales estaciones de monitoreo ambiental de la ciudad, entre el 2 y el 30 de julio de 2008.
Alternativas
Ante estos pobres resultados del programa Hoy no Circula, que, sin embargo, se ha calificado como exitoso, Héctor Riveros planteó como medidas que coadyuvarían a la reducción de las emisiones de contaminantes de forma considerable: la regulación de taxis y microbuses para que cambien anualmente sus convertidores catalíticos.
De acuerdo con un estudio llevado a cabo por la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal en 2006, los vehículos más contaminantes son los microbuses, seguidos por los taxis y los autos de provincia.
Este informe sostiene que la razón principal es que estos transportes públicos recorren al año mas de 100 mil kilómetros, por lo que sus convertidores catalíticos pierden eficacia mucho antes que los vehículos particulares.
En este sentido, el especialista subrayó que aunque la renovación de los vehículos de transporte público es buena porque implica convertidores catalíticos nuevos, que se traducen en menos contaminantes, “de nada sirve si no se controla que se cambien cada año”.
Por tal motivo, Riveros Rotgé propuso también como medida mucho más sustentable, invertir en convertidores catalíticos sustentables, en lugar de adquirir vehículos nuevos anualmente.
Por otra parte, señaló que hasta antes de que existieran las calcomanías “cero” y “doble cero”, el Hoy no Circula fue un fuerte incentivo para la compra de vehículos viejos y contaminantes, pero más baratos.
“Dichas calcomanías, de hecho derogan el programa, evitando que las autoridades tengan que reconocer el error de su implantación”, resaltó el académico de la AMC.
Concluyó que el programa ambiental únicamente debería usarse en el caso de contingencias ambientales, y su cancelación mostraría un gobierno sensible a los efectos de una medida que ha dado pocos resultados.