El Universal
3 de enero de 2009
Notimex
Advierten especialistas de la UNAM que dicha combinación provoca alteraciones en el sistema nervioso central, taquicardias, deshidratación e incluso infartos
Alteraciones en el sistema nervioso central, taquicardias, deshidratación e incluso infartos puede provocar el consumo de bebidas energetizantes combinadas con alcohol, dado su contenido de cafeína, taurina y complejo vitamínico B.
La jefa de Nutriología de la Dirección de Medicina del Deporte de la UNAM, Rebeca Camacho, advirtió en su artículo publicado en el último número de «Ciencia» , revista de la Academia Mexicana de Ciencia, e indicó que en los centros nocturnos es común que los jóvenes tomen bebidas energetizantes como nuevos cocteles.
«Normalmente se mezclan con bebidas alcohólicas, las cuales son depresoras del sistema nervioso central; sin embargo, al contener taurina y cafeína se altera el sistema de alerta».
El organismo tarda en metabolizar el alcohol en el hígado. Si en el lapso que dura este proceso se consumen bebidas energetizantes no aparecen los signos de la embriaguez, con lo que la persona pierde la noción de cuánto ha ingerido y sigue tomando alcohol en cantidades mayores que las que soportaría sin mezclarlo con éstas, dijo.
Además, se anulan las señales de alarma que da el cuerpo en relación con el cansancio y sueño, sensaciones que indican cuándo hay que detenerse a descansar. Y, dado que tanto la cafeína como la taurina son diuréticas, ingeridas en exceso causan deshidratación.
La experta establecido que originalmente las bebidas energéticas no se diseñaron para mezclarlas con bebidas alcohólicas, ni para ingerirlas en grandes cantidades.
De hecho, argumentó, en México se evalúa ya la restricción de su comercialización, tal como ha sucedido en Francia, Dinamarca y Noruega.
mzr