Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/138/08
México, D. F., 12 de diciembre de 2008
- El Programa Pauta de la AMC está orientado al desarrollo de habilidades para las ciencias naturales y las matemáticas en niños y jóvenes
- Arrancó formalmente en agosto de 2007 y consiste en una serie de talleres de ciencia sobre temas diversos de matemáticas, química, física, biología y medio ambiente
- En su fase piloto, Pauta llegó a cerca de doscientos profesores y 5 mil alumnos
- Jorge G. Hirsch Ganievich, fundador y miembro del consejo directivo del Programa Adopte un Talento (PAUTA) de la Academia Mexicana de Ciencias.
Foto: AMC
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“Nosotros estamos convencidos de que es fundamental que todos los niños tengan la oportunidad de desarrollar sus habilidades y de construir conocimiento para la ciencia. Los ciudadanos del siglo XXI necesitan esas herramientas”, afirmó en entrevista Jorge G. Hirsch Ganievich, fundador y miembro del consejo directivo del Programa Adopte un Talento (PAUTA) de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
PAUTA, el programa de la AMC que opera desde agosto de 2007 en fase piloto, tiene como objetivo el desarrollo de habilidades para las matemáticas y las ciencias naturales en niños y jóvenes de primaria y secundaria. Asimismo, busca desarrollar el talento y dar seguimiento especializado a los jóvenes con mayor potencial.
De acuerdo con Jorge Hirsch, el talento para las matemáticas y las ciencias naturales, al igual que otros talentos, como el deportivo y el artístico, se construye y requiere para su desarrollo de un entorno rico, acompañante y motivador”, donde los jóvenes puedan ir explorando y construyendo sus habilidades y conocimientos para hacerlos plenamente suyos.
Al hablar sobre las habilidades que son necesarias para las ciencias, Hirsch Ganievich, precisó que la resolución de problemas científicos específicos requiere, además de cierta disposición, de creatividad, capacidad de razonamiento, comunicación con otros y capacidad de negociación, otras herramientas de exploración del mundo material, de observación, de control de variables, de análisis, de construcción de modelos explícitos, los cuales requieren de espacios específicos para su desarrollo.
Con el objetivo específico de desarrollar las habilidades antes mencionadas y los conocimientos científicos que las acompañan, el programa PAUTA ha diseñado una serie de talleres de ciencias que se imparten a profesores de primaria y secundaria, que a su vez los reproducen en el salón de clases.
Los talleres PAUTA, que en el Distrito Federal se llevan a cabo en El Huevo del dinosaurio, ubicado en la entrada del Museo de las Ciencias Universum de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tienen una duración de aproximadamente hora y media e inician con un reto. Por ejemplo, ¿Cómo puedes hacer para que un pedazo de plastilina flote en el agua?.
El también investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, explicó que estas actividades siempre se realizan en grupo, pues la ciencia surge de un proceso de construcción social.
Generalmente, apuntó, el taller inicia con una introducción de 15 minutos, media hora de manipulación, durante la cual se lleva a cabo un experimento, y el resto de la sesión consta de dos reflexiones: una, donde los niños hablan sobre la forma en que abordaron el reto y, otra, donde se reflexiona sobre el problema para adquirir propiamente el conocimiento. La sesión finaliza con la redacción de un informe escrito, es decir, la elaboración de una bitácora.
De acuerdo con cifras del consejo directivo de PAUTA, en su primera fase piloto el programa llegó a cerca de doscientos profesores y 5 mil alumnos, en 5 entidades federativas.
Para garantizar la eficacia de los talleres e ir afinando y mejorando su diseño, el programa cuenta con un equipo de investigación educativa liderado por Fernando Flores, investigador del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET), de la UNAM.
Dicho equipo lleva a cabo la filmación de los niños durante el desarrollo de algunos talleres y mediante el análisis de bitácoras analiza las secuencias de varias semanas y meses en busca de un registro observable y documentable de la construcción de habilidades y conocimientos. Todo ello, para constatar si efectivamente han ido evolucionando, Hirsch Ganievich.
Sobre el apoyo y financiamiento con que cuenta este programa de la AMC, destacó que el programa ha contado con un apoyo importante de la UNAM, por medio de un convenio con la Dirección General de Divulgación de la Ciencia.
El programa PAUTA, que actualmente opera en Chiapas, Morelos, Michoacán, Tabasco y el Distrito Federal, también ha recibido apoyo financiero de la Secretaría de Educación Pública, del CONACYT y del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal.
También han participado en su instrumentación la Academia de Ciencias de Morelos, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, la Universidad Autónoma de Chiapas, y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, así como algunas instituciones privadas como la fundación Banamex.
El consejo directivo está integrado por los fundadores del programa y miembros de la AMC: Alejandro Frank Hoeflich, director del Instituto de Ciencias Nucleares; Jorge G. Hirsch Ganievich, secretario académico del mismo instituto; Fernando Flores Camacho, académico del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, y Julia Tagüeña Parga, investigadora del Centro de Investigación en Energía, todos ellos de la UNAM.