México llegó tarde a la ciencia

Universidad Autonóma de Nuevo León
28 de julio de 2008
Esperanza Armendáriz-Dirección General de Investigación / SA

«México llegó tarde a la ciencia y aunque hay avances significativos en producción científica y tecnológica no es suficiente, porque México ocupa en el ámbito científico internacional un lugar muy inferior al que le correspondería de acuerdo a su capacidad académica», dejó claro el doctor Jorge Flores Valdés, investigador cuyos aportes a la física nuclear han sido muy valiosos.

Lo anterior durante la conferencia “Desarrollo de la física y la ciencia en los últimos 50 años en México”, que el académico expuso en la Biblioteca Universitaria “Raúl Rangel Frías”, a propósito del décimo aniversario de la Revista CiENCiA UANL.

En su exposición, el científico mexicano hizo un recuento de los logros que en México se han dado en relación a la ciencia y la tecnología, con una serie de datos y estadísticas que surgen en la década de los cincuenta cuando la efervescencia científica nace en la UNAM.

LA CIENCIA EN MÉXICO

El doctor Jorge Flores Valdés recordó que en la década de los cincuenta todos los centros e institutos donde se hacia ciencia estaban dispersos, pero que en 1954 toda ciencia mexicana se concentró en la nueva Ciudad Universitaria de la UNAM; dos años antes se había adquirido el primer acelerados nuclear.

También la UNAM establece las plazas de tiempo completo para los investigadores, quienes dejan de ser “profesores ruleteros”, ya que se la pasaban de taxi en taxi para poder ir a las clases que impartían en distintos centros de investigación por los sueldos tan exiguos que tenían.

“Se inicia así la ciencia profesional mexicana, en los sesenta comienzan los trabajos en la física teórica de alta calidad, el Instituto de Química en colaboración con la empresa Syntex realiza estudios en síntesis orgánica y se hace buena investigación clínica”, recordó.

Posteriormente se crean la Comisión Nacional de Energía Nuclear (luego Instituto Nacional de Energía Nuclear) y el Instituto Mexicano del Petróleo, para resolver dos problemas específicos: la generación de energía a través de reactores nucleares y el control de enfermedades como el cáncer.

“Luego el IPN decide de veras hacer ciencia y funda su Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) que ha adquirido gran madurez y hoy es el segundo centro de investigación en el país; pero lo lamentable es que al Estado mexicano no le interesa mucho la ciencia y han sido muy escasas sus aportaciones en esta materia”, expuso.

Y luego enumeró lo poco que han realizado los presidentes desde Ávila Camacho, quien crea la Comisión Impulsora y Coordinación de la Investigación Científica junto con el Instituto Nacional de Bellas Artes, pero resultó que el INBA tuvo siempre mejores presupuestos que la comisión para ciencia, “siempre ha habido una falta de respeto hacia la investigación científica”.

El doctor Jorge Flores Valdés habló del nacimiento de la Academia Mexicana de Ciencias (antes Academia de la Investigación Científica) en 1959, hoy la institución que representa legítimamente la opinión de la comunidad científica mexicana con cerca de 2 mil académicos afiliados.

“La AMC fue muy importante para la creación del CONACYT que se dio a finales del gobierno de Díaz Ordaz (1971), es cuando el gobierno mexicano decide hacer algo por la ciencia y más que todo nace por sugerencia de la OEA; fue hasta esta década cuando por primera vez un investigador recibir apoyo económico para un proyecto”, dijo a la audiencia.

El CONACYT se crea con las siguientes funciones: planear la ciencia y tecnología, otorgar miles de becas de posgrado, apoyar proyectos de investigación, fundar centros científicos, financiar revistas científicas y establecer convenios internacionales.

El investigador habló de la descentralización de la producción científica y los apoyos a los trabajos de investigación; gracias a la AMC y el CONACYT se inicia la formación de centros con vocación bien definidos en diversos estados y hasta la fecha se han fundado 27 centros públicos de investigación, aunque ninguno en lo que va del siglo XXI.

“Hoy la investigación científica se realiza en casi todas las universidades estatales, en forma particular en el Distrito Federal, Morelos, Puebla y Estado de México, que produjeron de 1997 al 2006 el 67.8 por ciento de artículos de Investigación que se dieron en este país”, reveló.

Ya en 1984 el gobierno mexicano establece el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) para apoyar a los científicos activos y en la primera porción se nombraron mil 500 miembros, cifra que en el 2007 cambió a 14 mil 484 investigadores nacionales.

“El SNI salvó a la comunidad científica que se estaba yendo al extranjero”, reveló el doctor Jorge Flores Valdés.

INDICADORES DE LA CIENCIA MEXICANA

1958
Doctores 100
Graduados de doctor 5
Facultades de ciencias 2
Artículos publicados 30
Citas a los artículos 50

2008
Doctores 15,000
Graduados de doctor 2,300
Facultades de ciencias 30
Artículos publicados 12,300
Citas a los artículos 13,000

Fuente: Informe CONACYT

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