Sin rumbo el sector energético, hablan expertos

El Sol de San Luis
23 de junio de 2008
Arturo Gómez Salgado y Fernando López / El Sol de México

Organización Editorial Mexicana

Ciudad de México.- México carece de una política energética articulada que le permita aprovechar los beneficios de las energías renovables que tiene el país, además de que se ha privado de impulsar un programa sostenido de diversificación de fuentes alternas de energía, a diferencia de otros países como Estados Unidos, Europa e incluso de América Latina, advierten investigadores y especialistas en el campo de la ciencia y la tecnología.

«Es lamentable que el Gobierno mexicano no cuente aún con una ruta crítica de diversificación energética y se tenga que depender en alto porcentaje de hidrocarburos que generan emisiones dañinas y cuyo incremento en el precio ya está impactando en la economía de muchas naciones», hace notar Ricardo Mota Palomino, catedrático e investigador del Instituto Politécnico Nacional.

Claudio Estrada Gasca, investigador de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), está convencido que nuestro país tiene un gran potencial para emplear otras energías renovables, pero «falta crear una política de Estado en la materia».

México tiene el tercer lugar mundial en generación de energía mediante geotermia y ha logrado notables avances en otras energías alternativas, indica el investigador de la Academia Mexicana de Ciencias, sin embargo no se ha logrado aprovechar ese potencial por la carencia de una política energética articulada.

Para dejar depender de los hidrocarburos que se están agotando, propone Estrada Gasca la creación de una Comisión Nacional de Energías Renovables, así como del Instituto Nacional de Energías Renovables y de una Red Nacional de Centros de Investigación de este tipo de energías.

«El reto de los próximos años para países en vías de desarrollo como México es permitir el acceso a las energías modernas, pero sin la degradación del medio ambiente», considera Estrada Gasca, quien también es director del Centro de Investigación en Energía de la UNAM.

Con relación al programa de producir etanol a partir del maíz y de la caña de azúcar, los investigadores consultados por El Sol de México, de entrada descalifican la decisión gubernamental, considerando la situación de pobreza que sufren diversas regiones del país, además de que «no somos autosuficientes en producción de alimentos».

Advierten que la producción de etanol a partir de estos dos productos agrícolas tiene alcances limitados y no representa solución a la creciente demanda de energéticos.

«En las actuales condiciones del campo mexicano de atraso, lo elemental es centrar los esfuerzos en hacer que produzca alimentos y no bionergéticos», precisa Alfredo Martínez Jiménez, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, Campus Cuernavaca.

RESIDUOS AGROINDUSTRIALES PARA PRODUCIR ETANOL

La producción de etanol en México a partir del maíz o la caña de azúcar tiene alcances sumamente limitados por la propia dependencia alimentaria y no representa la solución a la creciente demanda de energéticos, advirtieron investigadores.

«En las actuales condiciones de abandono y atraso del campo mexicano, lo elemental es centrar los esfuerzos en hacer que produzca alimentos y no bioenergéticos», puntualizaron.

Alfredo Martínez Jiménez, investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM campus Cuernavaca, y Ricardo Mota Palomino, del departamento de Ingeniería Mecánica del Instituto Politécnico Nacional, señalaron que hasta en tanto no se alcance la suficiencia alimentaria, la producción de etanol deberá fincarse en desechos agroindustriales o biomasa que no implique restar superficie a la siembra de alimentos.

En entrevista para El Sol de México, mencionaron que México no puede seguir los casos de Brasil y Estados Unidos, que producen etanol a base de caña de azúcar o maíz, por ser naciones que registran volúmenes extraordinarios de esos cultivos, pero sí puede avanzar en la producción del bioenergético utilizando como materia prima la remolacha, celulosa de tallos, hojas de maíz, residuos forestales y orgánicos.

El potencial de esos desechos agroindustriales y orgánicos es de aproximadamente 73 millones de toneladas anuales, que significarían la generación de 4 mil megawatts-hora-anual, y aprovecharlos depende de una política seria y comprometida de diversificación sustentable de fuentes alternas de energía, subrayaron.

Ambos expusieron que la recién aprobada Ley de Desarrollo y Promoción de los Bioenergéticos es saludable para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en esta área, pero debe tenerse mucho cuidado que en la producción de etanol queden fuera cultivos destinados al consumo humano, como maíz, soya, sorgo y trigo, o de lo contrario se estará acentuando la dependencia alimentaria.

EXPLORAR FUENTES ALTERNAS

El investigador de la UNAM opinó que independientemente de la bioenergía, México debe aprovechar otras fuentes alternas como la solar, la eólica, la hidroeléctrica o la nuclear, a fin de empezar a disminuir gradualmente su marcada dependencia de los combustibles fósiles y reducir sus emisiones de dióxido de azufre.

Apuntó que países que han encontrado en el etanol una fuente de energía alterna potencialmente explotable no cuentan con la orografía y recursos hidrológicos de México, «y en eso tenemos la gran oportunidad de diversificar nuestras fuentes de energía en un menor plazo y costo».

Y añadió: «La energía solar es ya una realidad en empresas, hoteles y unidades habitacionales, pero lo que falta es promoverla como se hace en otros países».

RIESGO DE COLAPSO ENERGETICO

Por su parte, Ricardo Mota Palomino, catedrático e investigador del Instituto Politécnico Nacional, lamentó que el Gobierno mexicano no cuente aún con una ruta crítica de diversificación energética y se tenga que depender en alto porcentaje de los hidrocarburos, que generan emisiones dañinas y cuyo incremento en el precio ya está impactando en la economía de muchas naciones.

Advirtió que de no impulsar la investigación e inversiones para el desarrollo de fuentes alternas de energía, México enfrentará en el mediano plazo un colapso energético de consecuencias insospechadas, porque el petróleo no sólo se agota sino que se encarece.

«Ese colapso energético no sólo podría presentarse por una baja en la producción de crudo, sino por la elevada dependencia de productos refinados como la gasolina, para la cual, a diferencia de Brasil y países de la Comunidad Europea que cuentan con la alternativa del etanol, no tenemos sustituto», advirtió.

Para el investigador no existe una política seria de diversificación energética, cuyas consecuencias pagarán las nuevas generaciones, si se considera que la energía es la base del desarrollo y, consecuentemente, de una mejor calidad de vida.

GEOTERMIA, LA ALTERNATIVA

Nuestro país ocupa el tercer lugar mundial en generación de energía mediante geotermia y tiene notables avances en otras energías alternativas, pero carece de una política energética articulada que permita conocer los beneficios que las energías renovables pueden traer al país, aseveró Claudio Estrada Gasca, investigador de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Destacó que nuestro país tiene un gran potencial para emplear otras energías renovables, pero falta crear una política de Estado en la materia, por lo que propuso la creación de una comisión nacional de energías renovables, así como del instituto nacional de energías renovables y una red nacional de centros de investigación de esos tipos de energías.

El investigador, quien también es director del Centro de Investigación en Energía en la UNAM, subrayó que el reto en los próximos años es permitir el acceso a las energías modernas a los países en vías desarrollo, pero sin la degradación del medio ambiente.

Sobre el tema de la energía nuclear, Juan Eibenshutz, director de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas, expresó que después de un cuarto de siglo de operación de la nucleoeléctrica de Laguna Verde, en Veracruz, el proyecto de energía nuclear ha sido cancelado, por lo que pidió que una vez que han declinado la generación a base de hidrocarburos, es necesario considerar a la energía nucleoeléctrica en el futuro energético del país.

POTENCIAL

La energía geotérmica es una fuente alterna y limpia, abundante en algunos sitios del planeta y aún muy poco explotada. La geotermia está ligada a los volcanes, géiseres, aguas termales y zonas tectónicas geológicamente recientes, es decir, con actividad en los últimos 10 o 20 mil años en la corteza terrestre.

Actualmente abastece menos del 0.1 por ciento de la energía mundial y entre 2 y 3 por ciento de la que se genera en México, uno de los países con mayor potencial geotérmico y que, con una inyección económica, podría acrecentar a 5 por ciento su capacidad energética por esta vía.

Aunque la geotermia desprende algunos residuos de azufre, bióxido de carbono e hidróxido de azufre, se pueden limpiar antes de llegar a la atmósfera.

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