Reforma
17 de junio de 2008
Cecilia Rosen
El primer día de actividades consistió en la exposición de temas técnicos como las reservas de hidrocarburos, la refinación y petroquímica
Ciudad de México.- México podrá asegurar una transición energética para los próximos años si apuesta desde ahora a la investigación y desarrollo de tecnologías para el aprovechamiento de energías renovables como la solar, térmica y fotovoltaica, eólica, de corrientes marinas y la geotérmica.
Esta fue una de las conclusiones del Primer Foro sobre Ciencia, Tecnología y Reforma Energética, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias, (AMC), el cual reúne, desde este lunes y hasta el miércoles, a expertos en el área energética que buscan propuestas de solución a los problemas energéticos de México, en particular de Pemex.
El primer día de actividades consistió en la exposición de temas técnicos como las reservas de hidrocarburos, la refinación y petroquímica, el agotamiento de petróleo y el costo y producción de energías renovables.
Sobre este tema, el director del Centro de Investigación en Energía (CIE) de la UNAM, Claudio Estrada, aseguró que México cuenta con una riqueza renovable única, cuyo potencial preliminar —ya que aún no se cuenta con un diagnóstico sistemático y amplio de los recursos—, permite asegurar energía para sustituir el consumo de combustibles fósiles en las próximas décadas.
«El recurso solar, por ejemplo, es de 5 kilowatts/hora por metro cuadrado en promedio anual. Esto representa el doble del potencial que tiene Estados Unidos y con esta insolación es posible utilizar la tecnología de energía solar disponible en los mercados actuales.
«Somos un País realmente rico; tenemos mayor potencial de energía solar que recurso petrolero. En un cuadrado del orden de los mil kilómetros cuadrados, es posible instalar energía solar que equipare la potencia que tiene actualmente instalada el País de 50 mil mega watts», dijo en entrevista.
Durante el foro se expuso que el 92 por ciento de producción de energía primaria en 2006 correspondió a combustibles fósiles: siendo de ésta 90 por ciento en hidrocarburos y 2 por ciento en carbón.
Estrada expuso durante su participación algunas metas posibles para incluir energías renovables en México. Para el 2015, el 10 por ciento de la oferta energética primaria y el 18 por ciento de la eléctrica podrían obtenerse de energías alternas.
En el 2025, estos porcentajes alcanzarían el 20 y el 38 por ciento correspondiente; ambos valores a partir de la oferta directa de fuentes alternas de energía.
De acuerdo con Víctor Manuel Alcérreca, participante en la mesa de discusión, Retos y Estrategias Tecnológicas, que cerró el primer día de actividades, el pico de producción de hidrocarburos se alcanzará en 20 años, por lo que deben diversificarse las fuentes de energía, elaborando un plan estratégico a largo plazo.
Un diagnóstico de verdad
México aún no cuenta con un diagnóstico amplio y sistemático del potencial de energías renovables distribuidas en el País.
Para evaluar estos recursos, que hoy se calculan en 5 mil megawatts, Conacyt otorgó en 2007 un presupuesto de 80 millones de pesos para la creación del Laboratorio Nacional de Evaluación del Recurso Renovable, en el Instituto de Investigaciones Eléctricas, así como el Laboratorio Nacional de Sistemas de Concentración Solar y Química Solar, operado por el Centro de Investigación en Energía de la UNAM; los cuales tendrán tres años para cumplir sus objetivos.