Milenio Diario
8 de mayo de 2008
Notimex
Los programas gubernamentales deben articular un proyecto económico y social para el país pero con un desarrollo científico y tecnológico capaz de solucionar problemas críticos como el energético, enfatizó la presidenta de la AMC.
Ciudad de México.- La presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz Gutiérrez, consideró que la comunidad científica debe participar en el debate sobre la reforma energética.
Entrevistada luego de asumir ese cargo, informó que la semana próxima presentarán un proyecto nacional sobre la investigación de energías alternativas y renovables, en la cual trabaja un comité de científicos.
“En las instituciones educativas de investigación del país hay gente que se dedica a trabajar sobre energía nuclear, eólica, solar y esas áreas se tienen qué fortalecer; porque el petróleo se acabará y eso me parece angustiante, por ello no se debe enfocar toda la política al petroleo”, indicó.
Durante su discurso de toma de posesión, precisó que esa coyuntura convoca a todos los integrantes de la AMC y a la sociedad a formular propuestas que lleven al diseño de políticas de Estado.
Los programas gubernamentales deben articular un proyecto económico y social para el país pero con un desarrollo científico y tecnológico capaz de solucionar problemas críticos como el energético, enfatizó.
A su parecer, el gobierno, las empresas, la sociedad, las instituciones de educación superior, pero especialmente las comunidades científicas, están llamadas a establecer nuevos vínculos para el diseño de políticas públicas.
Recordó que los rezagos del país en desarrollo tecnológico se manifiestan en el número de patentes por cada 10 mil habitantes, que fue de 0.05 por ciento en 2005, muy lejos de Japón que se encuentra en primer lugar, con 30.69.
En consecuencia, México es uno de los países con mayores índices de dependencia tecnológica con 29.5 por ciento, mientras que Japón tiene 0.25 por ciento, añadió.
Uno de los retos para su administración es la creación de una comisión conjunta entre la AMC y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para proponer criterios e indicadores que distribuyan y evalúen los recursos económicos en función de un modelo de desarrollo científico y tecnológico acorde al país, expuso.
Otro punto importante, dijo, es el aprovechamiento de la comunidad científica mexicana que se encuentra en países en los que se hace investigación de punta, por lo que propuso analizar su inclusión en programas y proyectos de interés nacional.
Rosaura Ruiz Gutiérrez es la primera mujer que ocupa la presidencia de la AMC, por lo que adelantó que impulsará la participación femenina y de los jóvenes en la ciencia.