Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/51/08
México, D.F., jueves 8 de mayo de 2008
- Anuncia una propuesta de la AMC para impulsar un Programa Nacional de Investigación en Energía, en el que participarían expertos de diversas instituciones y centros de investigación
- Impulsará la participación de mujeres en la investigación, buscará mejores oportunidades para jóvenes y apoyará el establecimiento de redes temáticas interinstitucionales
- Impulsará la participación de mujeres en la investigación, buscará mejores oportunidades para jóvenes y apoyará el establecimiento de redes temáticas interinstitucionales.
Foto: AMC
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La atención inmediata a la participación de las mujeres en la ciencia es un tema prioritario de la agenda académica en nuestro país, toda vez que sólo una tercera parte de quienes nos dedicamos a la investigación somos mujeres, afirmó Rosaura Ruiz Gutiérrez, al asumir el cargo como presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) para el periodo 2008-2010.
Durante la Ceremonia del XLIX Año Académico con la presencia de más de 500 científicos en el Auditorio Galileo Galilei de la AMC, Rosaura Ruiz señaló que el desequilibrio en el acceso a la educación científica y tecnológica, los estereotipos, la participación femenina minoritaria en puestos de decisión en la educación superior, las barreras institucionales y culturales, impiden el desarrollo de las mujeres en este ámbito.
Al relevar a Juan Pedro Laclette al frente de esta organización, Ruiz indicó que será de central importancia que desde la Academia se promuevan acciones orientadas a lograr la igualdad de oportunidades para las mujeres en la actividad científica.
Asimismo, anunció que la AMC tiene una propuesta para hacer un Programa Nacional de Investigación en Energía: “Lo estamos elaborando ya con los expertos de la Academia y esperamos darlo a conocer en una semana”.
El programa pondrá especial énfasis en energías alternativas y renovables, y presentará una propuesta para la reforma de PEMEX, abundó. “México tiene que estar haciendo investigación científica y tecnológica para lograr, pronto, la disponibilidad de energías renovables, por lo que la AMC convocará a foros para que nosotros, los científicos, demos nuestra opinión”, indicó.
La presidenta de la AMC confió en que habrá sensibilidad política ante la opinión de los científicos y señaló que “no puede ser que no se tome en cuenta a la gente que se ha dedicado a estudiar estos temas y que se ha formado para investigar”.
Resaltó que en las instituciones de educación superior de México hay expertos en energía nuclear, energía eólica, energía solar, etcétera, áreas que se tienen que fortalecer porque el petróleo se va a acabar en 10 años. “Tenemos que ser un país que no dependa tanto del petróleo”, expresó.
En la Ceremonia de inicio de XLIX Año Académico también tomó posesión el nuevo Consejo Directivo, que estará integrado por Arturo Menchaca como vicepresidente, Patricia Talamás como secretaria, y Teresa Rojas, tesorera.
Ante el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, el director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks, y el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro, Ruiz resaltó que, pese a sus numerosas limitaciones económicas, de infraestructura y a la baja proporción de investigadores por cada millón de habitantes, México cuenta con un capital humano sólido y de alta calidad, con científicos, tecnólogos y humanistas en todas las áreas del conocimiento.
Sin embargo, el desarrollo científico del país no corresponde a su nivel en la economía mundial en la que ocupa el sitio 11 del orbe, pero se ubica en el lugar 52 del Índice Global de Competitividad, en el que ha descendido diez escaños de 2001 a 2007, por lo que es prioritario vincular formalmente a las instituciones de educación superior e investigación con el sector productivo.
“Los rezagos del país en materia de desarrollo tecnológico son innegables. De acuerdo con datos del Conacyt, el coeficiente de inventiva mexicano –que se expresa en el número de patentes por cada 10 mil habitantes– fue de 0.05 en 2005, por debajo de Brasil, con 1.8, y muy distante del 30.69 de Japón”, subrayó. “Consecuentemente, México es uno de los países con mayores índices de dependencia tecnológica, con 29.5 puntos, mientras que Brasil tiene 14.3 y Japón 0.25”.
La también Secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM propuso fortalecer la colaboración, a través de redes temáticas que tengan como objetivo optimizar las capacidades institucionales, al favorecer interacciones científicas estables y buscar, con este nuevo equilibrio, el auténtico impulso a un desarrollo nacional de la ciencia, mediante la creación, entre otros, de laboratorios nacionales, posgrados conjuntos, investigaciones compartidas y proyectos interdisciplinarios que respondan a prioridades regionales y nacionales.
La AMC también propondrá medidas de apoyo a los jóvenes, sobre todo en las etapas tempranas de sus proyectos, para evitar la fuga de cerebros y fomentar su incorporación a los centros de investigación del país, con especial atención a las prioridades de cada región.
Rosaura Ruiz enfatizó que, hoy más que nunca, la AMC debe redoblar los esfuerzos para ser una de las principales organizaciones que promuevan en la sociedad mexicana una mayor y más clara conciencia del potencial benéfico de la ciencia y sus aplicaciones. “Nuestra Academia debe ser una de las organizaciones más activas en el impulso del propio desarrollo de la ciencia, en temas tan relevantes como los energéticos, la migración, la pérdida de biodiversidad, la erosión social y cultural, entre otros rubros”, concluyó.