Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/35/08
México, D.F., miércoles 12 de marzo de 2008
- Inaugura su Auditorio Galileo Galilei con capacidad para casi 500 personas, y con las más modernas tecnologías para la realización de actividades científicas, académicas y culturales
- La comunidad científica nacional cuenta hoy en la AMC con una voz hacia la sociedad: Juan Pedro Laclette, presidente de la Academia
- El proyecto del Auditorio, con una inversión aproximada de los 35 millones, contó con las generosas aportaciones del Conacyt, la SEP, UNAM, IPN, UAM, Cinvestav y el ICyTDF.
Foto: AMC
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Desde su fundación en 1959, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) ha sido protagonista del desarrollo científico y tecnológico de México, señaló Juan Pedro Laclette, presidente de esta organización de científicos, al inaugurar la construcción del Auditorio Galileo Galilei.
“Basta recordar, por ejemplo, que a principios de los 70 promovió la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt); en la década de los 80, promovió la creación del Sistema Nacional de Investigadores, y a fines de los 90 participó en la discusión que resultó en la elaboración de la Ley para el Fomento de la Investigación Científica y Tecnológica, y más recientemente en la Ley de Ciencia y Tecnología, aprobada en junio del 2002”, subrayó.
El Auditorio tiene capacidad para casi 500 personas, está ubicado en las instalaciones de la AMC en la “Casa Tlalpan” y cuenta con las más modernas tecnologías para la realización de actividades científicas, académicas y culturales.
Lea el Discurso inaugural del Dr. Juan Pedro Laclette, Presidente de la AMC
Laclette mencionó que los problemas apremiantes como la inseguridad, la desigualdad social y los conflictos de la clase política dirigente –que aprovecha la menor oportunidad para confrontarse o para mofarse los unos de los otros– afectan también a la comunidad académica y pone a prueba su capacidad de interlocución.
“Las voces de la AMC han contribuido constructivamente para la elaboración de leyes como la de bioseguridad y se han alzado contra los embates presupuestarios o contra iniciativas de ley que pretenden bloquear el desarrollo de áreas estratégicas como la clonación terapéutica en humanos”.
Agregó que los representantes de la AMC, junto con los de otras instituciones de educación superior y de investigación, dialogan cotidianamente con legisladores, jueces, funcionarios federales y estatales, que participan en la toma de decisiones relacionadas con el desarrollo científico y tecnológico. “Creo poder afirmar, sin equivocarme, que la comunidad científica nacional cuenta hoy en la AMC, con una voz hacia la sociedad”, afirmó.
El presidente de la AMC acotó que la construcción del Auditorio no repercutió en el ritmo de las actividades, sino al contrario se fortalecieron las mismas, en los premios se incrementaron los montos económicos y se estableció un nuevo premio para mujeres científicas con L’Oréal y la UNESCO y otro para que jóvenes científicos mexicanos convivan con premios Nobel, en colaboración con la Fundación Lindau de Alemania.
El proyecto del Auditorio, con una inversión aproximada de los 35 millones, estuvo a cargo del reconocido arquitecto Felipe Leal Fernández, y contó con las generosas aportaciones del Conacyt, la SEP, UNAM, IPN, UAM, Cinvestav y el ICyTDF.
Cuenta con las más modernas tecnologías de comunicación como internet inalámbrico, sistema de audio de alta fidelidad, sistema de teleconferencias, cabinas de traducción simultánea, así como clima artificial y un amplio vestíbulo de mil 100 metros cuadrados para exposiciones, desde el cual puede apreciarse la majestuosa panorámica de la Ciudad de México.
Al participar en la inauguración, Josefina Vázquez Mota, titular de la Secretaria de Educación Pública (SEP), afirmó que no se puede concebir una reforma educativa si la ciencia no constituye la columna vertebral y el referente más importante a la hora de tomar decisiones.
Agregó que el desafío es que la ciencia forme parte de la educación básica, incluido el nivel preescolar, porque “aquello que no resolvamos en los primeros años de vida se arrastrará hasta la educación superior”.
La secretaria subrayó que en el caso de las matemáticas, un área donde se ha visto grandes retrasos, persistirá la fuga de miles de estudiantes. Se debe evitar que seis de cada 10 prefieran estudiar derecho, administración, mercadotecnia o comunicación. “Tenemos 19 entidades donde no existe la carrera de matemáticas y necesitamos construir miles de esos puentes”, dijo.
Vázquez Mota, a imagen del programa Verano de la Investigación Científica de la AMC, propuso la realización de semanas científicas durante la primavera y el otoño donde se convoque a los institutos tecnológicos del país, a los de educación básica y superior para trabajar en conjunto para evitar el salto al vacío que existe cuando se pasa de la educación básica a la educación media y de ésta, a la educación superior.
“Que estas dos semanas nos unan y entusiasmen a miles de niños en este país, de tal forma que ser científico se convierta en la mejor noticia de cada familia mexicana”, expresó.
En su intervención, Juan Carlos Romero Hicks, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, reconoció la labor de la AMC al señalar que esfuerzos como los logrados hasta ahora permiten volver a tener fe en las instituciones “que fueron creadas por hombres que tenían amor por el país”.
Reconocimiento a expresidentes:
Durante el evento también se hizo un reconocimiento a 17 expresidentes de la Academia Mexicana de Ciencias por su labor que permitió los alcances logrados por esta asociación científica, entre ellos: Marcos Moshinsky, Guillermo Soberón, Ismael Herrera, Raúl Ordanza, José Luis Mateos, Carlos Gual, Jorge Flores, Daniel Reséndiz, Pablo Rudomín, Adolfo Martínez, Fernando Del Río, Mauricio Fortes, Juan Ramón De la Fuente, Francisco Bolívar, René Drucker, José Antonio De la Peña y Octavio Paredes.