CDN México
26 de febrero de 2008
La Jornada
México tiene una pérdida importante y preocupante de recursos humanos con la migración, pues a diario, mil mexicanos deciden residir en Estados Unidos, aseguró el investigador del Departamento de Estudios de Población de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), Rodolfo Corona.
Tijuana, BC.- México tiene una pérdida importante y preocupante de recursos humanos con la migración, pues a diario, mil mexicanos deciden residir en Estados Unidos, aseguró el investigador del Departamento de Estudios de Población de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), Rodolfo Corona.
“En los recientes cinco u ocho años casi 400 mil mexicanos anualmente se han ido a vivir a Estados Unidos. Cambian de casa y se llevan a la familia, hacen una nueva vida en ese país, en el que ponen toda su vida, su esperanza”, dijo el investigador.
Resumió que con estas cifras, México pierde mil personas en edad productiva todos los días, ya que cerca de 80 por ciento de los 12.5 millones de mexicanos que están en el vecino país del norte son personas de entre 15 a 44 años.
Al participar en esta ciudad fronteriza en el seminario Migración y desarrollo: hacia políticas públicas innovadoras en México –organizado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico y el Colef–, indicó que esa cifra es mayor a la de defunciones anuales en el país, que se encuentra por debajo de las 400 mil personas. “Es una pérdida real por las características de esas personas: son jóvenes, y aunque estén o no preparados, eso es en segundo plano, pues (lo importante) es lo que México hizo para que se fueran”.
Señaló que las deportaciones no afectan la cifra, debido a que entre 70 y 80 por ciento de los deportados vuelven a entrar de inmediato.
Se estimó que casi 10 por ciento de la población del país es migrante, fenómeno que se presenta por la brecha de desigualdad social en el país y por el escaso impulso a políticas de desarrollo regional en distintos municipios.
Alertó que de los 12.5 millones de mexicanos en Estados Unidos, entre 4 millones y 5.5 millones se mantienen en una situación aún más vulnerable, debido a que son indocumentados.
La secretaria general del Consejo Nacional de Población, Elena Zúñiga, indicó que a partir de los años 80 se generó un divorcio entre la población económicamente activa y los empleos remunerados, a tal grado de que al inicio de la actual década 24 por ciento de la población en edad de laborar no recibe remuneración; y alertó incluso que de no existir la migración la cifra rondaría 40 por ciento.
Jorge Bustamante, también del Colef, aseguró que la migración “demuestra empíricamente que las cosas no están funcionando en el país”.
Afirmó que un mexicano que se establece en Estados Unidos tiene mayor desarrollo y mejores posibilidades de éxito económico, en educación y salud que el que se queda en México.
Una de las causas por las que las políticas migratorias nacionales no han funcionado, dijo, es porque en México, a diferencia de las naciones desarrolladas, “vemos la crítica como un ataque de los enemigos y no como una herramienta para mejorar”. Aseguró que pese las movilizaciones “históricas” de millones de migrantes latinos en Estados Unidos –la mayoría mexicanos– en 2006 por mejores condiciones y contra leyes antimigrantes, no hubo una respuesta solidaria en México.
“Casi 23 mil millones de dólares es lo que recibe la economía nacional del trabajo y ahorros de los migrantes en Estados Unidos (las remesas), contribución de la que no parecemos estar conscientes y no agradecemos”, dijo.
“Se habla de remesas, pero casi no de lo que es la pérdida humana de una población económicamente activa (…) jóvenes y saludables con promedio de ocho años de escolaridad. Estamos perdiendo gente muy valiosa”, dijo Gustavo Verduzco, de la Academia Mexicana de Ciencias.
Destacó que México es un país desigual en términos regionales, y que si bien hay tendencias que favorecen al norte del país, lo que se maneja de “dos naciones distintas entre sur y norte no es así en términos reales”, ya que son entre 25 y 30 ciudades en México las que tienen un dinamismo económico favorable, lo que causa también un tipo de migración heterogénea, ya que puede haber estados con alto desarrollo en ciertos puntos, pero con escaso en otros, desde los cuales se expulsan personas. Por ello subrayó que las políticas para contrarrestar el fenómeno tienen que enfocarse en esa dimensión.