Presidencia de la República
15 de febrero de 2008
Sala de Prensa
Ciudad de México, Residencia Oficial.
«Desde hace 63 años, la Nación expresa su elevado reconocimiento a los mexicanos más sobresalientes por sus aportaciones a la ciencia, las letras, el arte y la tecnología». Josefina Vázquez Mota, Secretaria de Educación Pública.
«Hoy, con fundamento en lo establecido por la ley, el premio se otorgará en seis campos: lingüística y literatura, las bellas artes, historia, ciencias sociales y filosofía, ciencias físico-matemáticas y naturales, tecnología y diseño, y arte y tradiciones populares». Josefina Vázquez Mota, Secretaria de Educación Pública.
«A las mujeres y hombres que el día de hoy se reconocen por sus méritos y su trabajo incansable, quiero decirles lo siguiente: ustedes representan nuestras más altas aspiraciones e ideales, ustedes son aliento de que es posible llegar hasta allá, de que es posible construirse en un gran científico, un extraordinario ingeniero y una gran investigadora, en un músico que comparte y regala belleza con sus notas». Josefina Vázquez Mota, Secretaria de Educación Pública.
El Presidente Calderón hace entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007 y del Premio México de Ciencia y Tecnología.
«En los últimos días varias veces nos han preguntado qué significado tiene para ustedes este premio. Eso me ha permitido reflexionar sobre mis propias emociones de sorpresa, alegría, gratitud, pero sobre todo responsabilidad y compromiso». Dra. Pilar Gonzalbo Aizpuru, galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007.
«Tenemos un compromiso con quienes no leerán las noticias mañana, porque no saben leer, o porque se sienten marginados de esa cultura que, sin embargo, diariamente contribuyen a conservar y enriquecer; algunos con la tenaz conservación de sus propias lenguas, otros con el respeto a las tradiciones, muchos con el trabajo de sus manos y todos con su capacidad para asimilarse al difícil mundo que compartimos». Dra. Pilar Gonzalbo Aizpuru, galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007.
«La concesión del Galardón Premio México a un español me ha llenado de orgullo, pero también ha supuesto un reencuentro histórico. Es un honor que se me considere miembro de la comunidad científica mexicana. México ha sido el país más querido para nosotros en América.
Los españoles la llamamos la Nueva España, pero, simplemente representando, queriendo decir el cariño que va acompañado de esa palabra sin más connotaciones». Dr. Antonio García-Bellido y García de Diego, galardonado con el Premio México de Ciencia y Tecnología.
-MODERADOR: Cedo el uso de la palabra a la ciudadana licenciada Josefina Vázquez Mota, Secretaria de Educación Pública.
-SECRETARIA JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA: Muy buenos días.
Licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de México; premios nacionales de ciencias y artes, doctor Sergio Enrique Fernández, cineasta Felipe Cazals, maestro estimado Carlos Prieto, doctora Pilar Gonzalbo, doctor Eduardo Matos, doctor Carlos José Beyer, doctora Silvia Linda Torres, doctor Guillermo Miguel Palacios, doctor Miguel Pedro Romo.
Don Francisco Coronel Navarro, doña Susana Navarro y don Teodoro Torres, y a los pintores Nahuas del Alto Balsas del Estado de Guerrero, que hoy está representada dignamente por don Santiago Alejandro Celis.
Doy también la bienvenida a don Antonio García-Bellido y García de Diego, Premio México de Ciencia y Tecnología; doctor Molina, honorables miembros del Consejo de Premiación, honorables jurados dictaminadores, estimados amigos miembros del presídium, familiares de los hoy galardonados.
Señor Presidente:
El Premio Nacional de Ciencias y Artes es, sin duda, el reconocimiento más importante del Estado mexicano para enaltecer las mejores expresiones de mujeres y hombres de excepción en la cultura y la ciencia.
Desde hace 63 años, la Nación expresa su elevado reconocimiento a los mexicanos más sobresalientes por sus aportaciones a la ciencia, las letras, el arte y la tecnología.
Igualmente se hacen acreedores de este premio quienes con sus actividades creativas contribuyen a la difusión, preservación y engrandecimiento de las artes y las tradiciones populares en nuestro país.
Hoy, con fundamento en lo establecido por la ley, el premio se otorgará en seis campos: lingüística y literatura, las bellas artes, historia, ciencias sociales y filosofía, ciencias físico-matemáticas y naturales, tecnología y diseño, y arte y tradiciones populares.
Hoy, señor Presidente, están con usted las mujeres y hombres que se hicieron acreedores a este importante premio en su edición del año 2007.
Se trata de personas que han tenido una especial pasión, la pasión por el conocimiento y la expresión de lo mejor de nuestra cultura popular.
Todos los hoy galardonados saben de la pobreza que aqueja a muchos mexicanos, saben de los desafíos que la desigualdad nos impone; todos ellos, todos ustedes, han optado por construir respuestas, por contribuir con lo mejor de sí, para que el nuestro sea un país mejor y distinto.
Sus respuestas en las ciencias y en las artes son respuestas de compromiso y amor por México.
Para recibir este premio es importante destacar que se presentaron 151 candidaturas, todas ellas de mujeres y hombres dignos representantes de cada una de las disciplinas que incluye el galardón.
Todos los aspirantes, mujeres y hombres que son hoy motivo de orgullo de la comunidad científica y cultural de nuestro país, fueron examinados minuciosamente y con absoluta imparcialidad por los honorables integrantes del jurado.
El jurado fue integrado por personas de intachable mérito técnico, científico o artístico. Todos ellos fueron propuestos por las instituciones, conforme a lo establecido en el marco jurídico.
En la gran apuesta que su Gobierno tiene, señor Presidente, de avanzar hacia la sociedad del conocimiento y es por eso que este premio adquiere una gran relevancia, que persigue estimular el desarrollo de la vocación científica y artística desde los primeros años de vida.
Se persigue convocar hoy a toda la comunidad educativa, maestros, padres de familia, sector empresarial, artistas, científicos, a sumarse a este proceso de transformación del país.
Por ello, y en apego a sus instrucciones, señor Presidente, y a lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo y del Programa Sectorial de Educación, nos hemos avocado a promover y fortalecer las ciencias y las artes desde la educación básica, ampliar su presencia en el bachillerato y a continuar respaldando el trabajo que realizan las instituciones de educación superior.
En este propósito, esta mañana quiero agradecer de forma muy particular al doctor Mario Molina, a INNOVEC, así como a la Academia Mexicana de las Ciencias, por su invaluable apoyo y acompañamiento para que el conocimiento científico llegue a los niños en las aulas, para que los niños se enamoren de la ciencia desde los primeros años de vida y no cuando somos adultos tener que empezar a descubrirla. Este mismo reto lo tenemos con las artes y el mundo de la belleza.
Nos hemos dedicado a promover y recuperar de igual manera la educación cívica, esta educación esencial para ser una mejor persona, para que el desarrollo y el fortalecimiento de la sociedad pueda ser con apego a la ley, para que la pluralidad y la tolerancia sea una forma de vida cotidiana.
De esta manera, este Premio Nacional de Ciencias y Artes no es sólo un reconocimiento a la creatividad, al genio, al trabajo de ustedes; es también un reconocimiento a la ciudadanía y a la responsabilidad social con que han elegido vivir.
Con su trabajo, es cierto que han creado conocimiento; con la música, han llenado espacios de belleza inigualable; con el arte, han dado belleza a miles de espacios que antes no existían, han creado respuestas de salud, han creado respuestas a la ingeniería y han creado respuestas a la historia, pero también han creado ciudadanía y cientos de espacios de libertad para cientos y miles de mexicanos.
La ciencia y las artes no tienen frontera. Vasconcelos afirmaba que los techos de la Secretaría de Educación Pública eran muy altos para que el conocimiento jamás tuviera límites.
Y como no tiene fronteras y construyen puentes que hermanan para siempre, hoy tenemos el ejemplo del Premio México de Ciencia y Tecnología que el Gobierno de la República otorga al doctor Antonio García-Bellido y García de Diego en reconocimiento a sus invaluables aportaciones a la genética.
Doctor, este reconocimiento enorgullece hoy también a la comunidad científica de nuestro país.
A las mujeres y hombres que el día de hoy se reconocen por sus méritos y su trabajo incansable, quiero decirles lo siguiente: ustedes representan nuestras más altas aspiraciones e ideales, ustedes son aliento de que es posible llegar hasta allá, de que es posible construirse en un gran científico, un extraordinario ingeniero y una gran investigadora, en un músico que comparte y regala belleza con sus notas.
Quiero también felicitar a sus familias, porque los premios suelen nunca ganarse de manera solitaria o desde del anonimato, debe haber muchas apuestas de amor y de generosidad.
A todos ustedes nuestro mayor reconocimiento, admiración y gratitud por siempre. Muchas felicidades.
-MODERADOR: Invitamos al ciudadano Presidente de los Estados Unidos Mexicanos a que haga entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007 y del Premio México de Ciencia y Tecnología.
Reciben el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007 que consiste en una medalla de medalla de oro, un diploma y cheque las siguientes personas:
En Lingüística y Literatura, recibe Sergio Fernández y Cárdenas.
En Bellas Artes, reciben Felipe Francisco Cazals Siena y Carlos Prieto.
En Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, reciben Pilar Gonzalbo Aizpuru y Eduardo Matos Moctezuma.
En Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales, reciben Carlos José Beyer Flores, Guillermo Miguel Ruiz Palacios y Santos, y Silvia Linda Torres y Castilleja.
En Tecnología y Diseño, recibe Miguel Pedro Romo Organista; en Artes y Tradiciones Populares, Francisco Coronel Navarro, Teodoro Torres Orea y Susana Navarro Alamilla.
En representación de los pintores Nahuas del Alto Balsas, recibe el señor Santiago Alejandro Celis.
Recibe el Premio México de Ciencia y Tecnología, que consiste en una medalla de plata, diploma y cheque el señor Antonio García-Bellido y García de Diego.
-MODERADOR: Tiene la palabra la ciudadana doctora Pilar Gonzalbo Aizpuru, galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007.
-DRA. PILAR GONZALBO AIZPURU: Señor Presidente, señora Secretaria de Educación Pública, señoras, señores, compañeros y amigos.
Asumo la grata responsabilidad de hablar en nombre de los compañeros que acaban de recibir este premio.
Son muy diferentes nuestras trayectorias y nuestros intereses profesionales, pero en estos momentos todos estamos de acuerdo en decir una misma palabra: Gracias.
Gracias al Estado mexicano que así refrenda su apoyo a los trabajadores de la cultura y su interés en las artes y en las ciencias de nuestro país.
Gracias también a las instituciones que nos han apoyado y nos acompañan durante años, y a los colegas, los compañeros con los que compartimos proyectos e inquietudes.
Sin duda recordamos en estos momentos a nuestros maestros, desde la primaria hasta la universidad, que nos transmitieron la pasión por el conocimiento, nos enseñaron a no conformarnos con verdades a medias y a exigirnos lo mejor de nosotros mismos.
A todos ellos, agradecemos su compañía y su ayuda, y con todos queremos compartir el mérito que nuestro trabajo pudiera tener.
Celebramos la oportunidad de corresponder de esta manera a la confianza que ellos han tenido en nosotros durante años.
La sorpresa se debe a que no se trata de algo por lo cual hayamos luchado, una meta por conseguir, no; simplemente viene dado como una señal de que otros trabajadores de la cultura y de la educación han puesto atención en nuestra obra y en lo puede significar para el país.
Recibirlo supone, por lo tanto, una enorme responsabilidad y nos obliga a fortalecer un antiguo compromiso.
Sabemos que nos han seleccionado entre muchos colegas, cuyos méritos reconocemos y admiramos.
Esta designación nos compromete a mantener el nivel de excelencia que hoy tiene en el mundo el trabajo artístico y académico de los mexicanos; un trabajo reconocido en foros internacionales, que nos ha permitido mantener la comunicación con colegas fuera de nuestras fronteras, de igual a igual, con mutuo aprecio y respeto, con un intercambio siempre enriquecedor.
Pero, sobre todo, la distinción que hoy recibimos nos recuerda nuestra responsabilidad con la comunidad académica nacional, y nos advierte de la necesidad de difundir nuestros avances, de modo que no sean propiedad exclusiva de minorías intelectuales, sino que todos los mexicanos puedan conocerlos y disfrutarlos.
Quienes tenemos el privilegio de trabajar por el desarrollo cultural y científico de México, somos particularmente responsables de luchar porque ese conocimiento esté al alcance de todos.
El Estado cumple una importante misión en la educación pública, la investigación y las artes, nosotros trabajamos cotidianamente, con el mejor empeño, en crear cultura y conocimiento. Cada cual hace su tarea.
Tenemos un compromiso con quienes no leerán las noticias mañana, porque no saben leer, o porque se sienten marginados de esa cultura que, sin embargo, diariamente contribuyen a conservar y enriquecer; algunos con la tenaz conservación de sus propias lenguas, otros con el respeto a las tradiciones, muchos con el trabajo de sus manos y todos con su capacidad para asimilarse al difícil mundo que compartimos.
Porque la cultura no es y nunca ha sido patrimonio de minorías, sino creación de todos y para todos.
Miramos el futuro con esperanza porque apreciamos los esfuerzos de quienes tienen capacidad de tomar decisiones y queremos decirles que estamos dispuestos a acompañarles en su labor; que en tiempos difíciles o en épocas de bonanza, nunca dejamos de trabajar por el México que todos queremos.
Creemos en este México, en el que apreciamos los rasgos nítidos de una identidad cultural vigorosa y en el que vemos una población ávida de educación y cultura.
Así, nuestra esperanza, como la de todos ustedes, es que no esté lejano el momento en que todos los niños y jóvenes mexicanos puedan aspirar a ser científicos, artistas, profesionistas de diferentes áreas, no como un sueño inalcanzable, sino como una realidad posible.
Y así, las millones de sensibilidades e inteligencias que hoy pueblan nuestra tierra podrán expresarse plenamente, y así construir una patria que imagine su propia ruta hacia un mundo mejor para todos.
Muchas gracias.
-MODERADOR: A continuación hará uso de la palabra el señor doctor Antonio García-Bellido y García de Diego, galardonado con el Premio México de Ciencia y Tecnología.
-DR. ANTONIO GARCÍA-BELLIDO Y GARCÍA DE DIEGO: Excelentísimo señor Presidente de la República, licenciado Felipe Calderón Hinojosa.
Secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota.
Secretaria de Relaciones Exteriores, Embajadora Patricia Espinosa Cantellano.
Director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Maestro Juan Carlos Romero Hicks.
Coordinador General del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, doctor Adolfo Martínez Palomo.
Distinguidos miembros del presídium, y autoridades de México y el exterior.
Colegas premiados con el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
Señoras y señores:
Es ciertamente motivo de una gran emoción ser figura protagonista en este acto, a lo cual quiero añadir que me siento intimidado por las personalidades presentes.
Para alguien como yo, cuya vida gira alrededor de abstrusos problemas de la biología, ésta es una situación única para la cual no sé si estoy preparado, pido perdón de antemano por la posible insuficiencia de mi discurso.
En primer lugar quiero agradecer a todas las personalidades aquí presentes, y en especial al señor Presidente de la República, que mucho me honra en presidir el acto y que me entregue el galardón. Es un reconocimiento que nunca olvidaré.
También quiero agradecer a los señores miembros del Consejo de Premiación por elegirme entre fuertes candidatos de toda Iberoamérica. Y al mismo tiempo, ponerme a la altura de mis predecesores en este premio, entre otros: el físico Constantino Tsallis, el matemático Jacob Palis, la bióloga molecular Margarita Salas, el genetista del desarrollo Ginés Morata y el preeminente químico Avelino Corma.
Son todos ellos destacados científicos que honestamente admiro.
Quiero agradecer también a mi propia institución, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y a su presidente, Carlos Martínez, por haberme propuesto para este premio, con mucha ilusión.
Quiero agradecer especialmente a mis colaboradores durante más de 30 años en el consejo: a científicos como el mencionado y premiado Ginés Morata; a mi esposa y colaboradora María Paz Capdevila, a Juan Botas y otros, que mucho han contribuido con su inteligencia, motivación y generosidad al progreso del trabajo en el laboratorio y han contribuido por lo tanto, a mi carrera científica.
Si puedo reclamar algún mérito, es haber podido formar a un grupo de científicos muy capaces, superiores ciertamente a mí, con los que se ha creado una escuela de excelencia científica en España, de la que me siento orgulloso.
Mi ambiente familiar es de profesores universitarios y académicos, en el mundo de las humanidades. Yo empecé a interesarme por la ciencia, y en particular por la biología y el desarrollo animal, sólo a través de mis lecturas.
Muy pronto me decanté por la biología del desarrollo, donde desde la fisiología de insectos, la biología celular y la genética, con largas estancias en laboratorios extranjeros: en Cambridge, Reino Unido; en Zurich, Suiza; en Caltech, Estados Unidos, organicé mi propio laboratorio de genética del desarrollo en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en 1969.
Este laboratorio está encuadrado en la actualidad en el Centro Mixto de la Universidad Autónoma de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que se llama Centro Severo Ochoa.
Por cierto, yo tuve la fortuna de conocerle muy entrañablemente y guardo de él un enorme afecto y admiración. Fue el mentor de una generación de biólogos en España después de la guerra.
El objetivo de nuestras investigaciones ha sido entender cómo los genes que se expresan dentro de las células pueden determinar el comportamiento de éstas, en su proliferación celular y de ahí, la morfogénesis. El problema es el cómo se consigue que los genes dicten el tamaño y la forma de especie, específica de cada organismo.
Nuestro modelo animal es la mosca Drosophila Melanogaster. Con el trabajo de muchos laboratorios, durante muchos años, se ha situado en la frontera de nuestros conocimientos sobre morfogénesis.
La constatación reciente de que los genes están conservados a través de la evolución indica, que los procesos estudiados en una especie son aplicables a otros, incluido el ser humano, de ahí que la biología ha dejado de ser un inventario de diversidades para convertirse en una ciencia predecible en sus conclusiones, una ciencia dura, como son la física y la química.
La concesión del Galardón Premio México a un español me ha llenado de orgullo, pero también ha supuesto un reencuentro histórico. Es un honor que se me considere miembro de la comunidad científica mexicana.
México ha sido el país más querido para nosotros en América. Los españoles la llamamos la Nueva España, pero, simplemente representando, queriendo decir el cariño que va acompañado de esa palabra sin más connotaciones.
En México se fundó la primera universidad del continente americano. Los españoles cuidaron el país con cariño y admiración. Recordemos a Bernal Díaz del Castillo, con respeto a sus tradiciones religiosas y culturales; Bernardino de Sahún y, sobre todo, a su riqueza, sus paisajes y su naturaleza.
México ha sido un paraíso para nosotros, un consuelo a las desdichas que afectaban a España y, más adelante, un refugio que acogió a los republicanos huidos de la Guerra Civil, refugiados españoles que luego hicieron, yo creo, una gran labor en la organización del mundo cultural actuando como universitarios, como profesores y como médicos.
La ciencia en México es muy antigua. Los mayas fueron grandes astrónomos y matemáticos en tiempos paralelos a los griegos, pusieron orden en el universo y crearon muy sofisticadas ciudades y civilizaciones.
El México actual, por otro lado, es el de un país avanzado, con magnífica ciencia y tecnología, por ejemplo, incluida en la Universidad Nacional, la Autónoma Metropolitana, otras destacadas universidades y centros de investigación, el Instituto Politécnico Nacional y los institutos especializados del CONACYT.
En el arte, quiero recordar simplemente como lumbrera, a los grandes maestros David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, admirados en todo el mundo.
Esta hermandad de españoles y mexicanos es un ejemplo para toda Iberoamérica. Yo me enorgullezco de participar en ella.
Reitero, excelentísimo señor Presidente de la República, amigos y colegas, mi orgullo por el honor que supone este galardón que se me ha concedido.
Muchas gracias.