Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/110/19
Ciudad de México, 4 de junio de 2019
- Thelma Elena Canto Cetina ha sido una de las mayores impulsoras de la planificación familiar en la región sureste de México, en la década de los 70 y hasta los 90 promovió diversos métodos anticonceptivos en la población.
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- La investigadora Thelma Elena Canto Cetina recibió recientemente un reconocimiento con motivo de su Quincuagésimo Aniversario de Egreso de la UADY. Foto: cortesía de la UADY
Egresada en 1968 de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) como médico cirujano, Thelma Elena Canto Cetina fue una de las pocas mujeres de la época que estudiaron una carrera profesional y desde entonces ha ejercido su profesión por más de 40 años. Es una de las fundadoras del Centro de Investigaciones Regionales Dr. Hideyo Noguchi de la UADY, ubicado en la ciudad de Mérida.
Desde el año 1975 se encuentra al frente del Laboratorio de Biología de la Reproducción, que inició labores en un pequeño espacio del Hospital General O’Horan en Yucatán, en donde instaló una de las primeras clínicas de planificación familiar y esterilidad de la entidad, logrando crear programas para implementar métodos anticonceptivos para la población.
“Nunca me han ofrecido un puesto administrativo y no me interesa porque me dedico a lo que me gusta: la investigación y la docencia”, dijo en entrevista la integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, quien es considerada en la entidad una pionera de la biología de la reproducción, estudiosa de enfermedades como la preeclampsia y procesos biológicos como la menopausia y sus complicaciones.
Se especializó en anatomía patológica en el Instituto Nacional de Cardiología en 1971 y en biología de la reproducción en el Instituto Nacional de Nutrición en 1973. En éste último hospital conoció al doctor Carlos Gual, quien tenía la idea de formar cuadros especializados en esta área en todo el país, y con ello, la creación de centros de investigación sobre el tema en varias partes del país para que las personas no tuvieran que viajar a la Ciudad de México. Así conformó una red de laboratorio en Guanajuato, Torreón, Coahuila, San Luis Potosí y Yucatán que mantuvieron colaboración con el Instituto Nacional de Nutrición.
“Fue una época en la que se le dio mucha promoción a los métodos de planificación familiar. Cuando formé parte del Centro de Investigaciones Regionales en 1975 fue cuando cree el laboratorio en el que una parte de la labor era el estudio de los métodos anticonceptivos a nivel nacional e internacional, en redes de investigación con la Organización Mundial de la Salud y otras asociaciones internacionales, así es que en el sureste del país prácticamente fui la encargada de hacer los estudios de investigación sobre eficacia de los métodos anticonceptivos”.
Canto Cetina comentó que abrió junto con su grupo de estudio una clínica de planificación familiar en la que se ofrecían dispositivos intrauterinos, pastillas orales e inyectables hormonales a la población, “fuimos pioneros en la implementación de implantes hormonales Norplant, de los primeros que se distribuyeron en el país”, destacó.
Dichas campañas de planificación duraron hasta la década de 1990, y luego su nombre cambió a salud reproductiva lo cual amplió el panorama de estudio porque desde entonces se aborda la salud de la mujer desde que se encuentra en edad reproductiva, pasando por el embarazo, y hasta después de la menopausia.
Su laboratorio fue el laboratorio regional para el Programa Nacional de Prevención del Retraso Mental. De 1992 a 2007 recibieron y procesaron las muestras de tamiz neonatal para detectar hipotiroidismo congénito en bebés de Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, para así detener o prevenir a tiempo el retraso mental.
Hoy en día, la investigadora continúa muy activa, una de sus líneas de investigación es el estudio de la preeclampsia, una enfermedad que se presenta en el embarazo y que se caracteriza por una presión arterial elevada y proteinuria (excesiva presencia de proteína en la orina) después de la semana 20 del embarazo.
“Es un problema grave porque presenta una morbilidad y una mortalidad bastante alta, sobre todo a nivel rural. No se sabe exactamente cuál es la causa. Hemos estudiado los polimorfismos de los genes MTHFR, AGT, ACE, GSTP1, eNOS, TNF-α e IL-6 relacionados con la enfermedad en población mestiza y maya ya que el acervo genético de los mexicanos es distinto e intervienen los genes de grupos indígenas, de españoles y en algunas regiones de grupos africanos”.
En años recientes, Canto Cetina y su grupo encontraron que en mujeres mayas y mestizas con preeclampsia la distribución alélica y genotípica fue diferente a la de las poblaciones sajonas y asiáticas. “Es muy importante que las mujeres no tengan sobrepeso antes del embarazo y que no suban mucho de peso durante el embarazo pues es un factor de riesgo importante que puede ocasionar complicaciones en el parto”.
La investigadora ha publicado más de 75 artículos en prestigiosas revistas arbitradas nacionales e internacionales y da clases en la Facultad de Medicina y en la Facultad de Psicología de la UADY. En 2016 fue admitida como socia titular en la Academia Nacional de Medicina. En 2017 fue reconocida junto con otros siete doctores por haber cumplido 50 años de haber egresado de la UADY.
Luz Olivia Badillo.