No existe voluntad social para contrarrestar el cambio climático; tendrá que suceder una catástrofe para que aprendamos, dice a Crónica Harold Kroto, Nobel de Química 1996

La Crónica de Hoy
17 de noviembre de 2007
Isaac Torres

«No existe voluntad para contrarrestar el cambio climático en ningún estrato de la población, por lo que desafortunadamente tendrá que suceder una catástrofe mundial para que la sociedad mundial tome acciones severas», señaló Sir Harold Kroto, Premio Nobel de Química 1996.

Durante su visita a México y como parte de una serie de conferencias organizadas por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) —de la cual es miembro—, el científico aseguró que no será la población civil ni los políticos quienes salvarán al mundo del desastre global, pues sus esfuerzos son demasiado pobres frente al tamaño de la situación.

“Gran parte de la población no está dispuesta a sacrificar sus comodidades y disminuir la emisión de gases contaminantes. No es lo suficientemente sensible como para dejar sus automóviles en casa y asumir otro tipo de compromisos que son muy sencillos”.

El investigador británico, galardonado con el Nobel por el descubrimiento de los fulerenos: un estado molecular más del carbono, dijo que la complejidad de los problemas socioeconómicos, revelan que tampoco serán los políticos y los gobiernos quienes resolverán el tema de calentamiento global y, que solamente una inminente catástrofe mundial, hará que todos los sectores de la sociedad comiencen a trabajar con mayor seriedad.

“Existe el objetivo de varios países para reducir sus emisiones los próximos 20 o 30 años, pero es insuficiente. Eso no habla de una verdadera responsabilidad, porque son acciones nimias”.
“Debemos deshacernos de la estupidez, los países no pueden continuar con sus guerras y confrontaciones frente a una catástrofe mundial. Les preocupa más su desarrollo armamentista y fuerza militar que combatir el calentamiento global”.

CIENCIA.De acuerdo con el Premio Nobel, frente al desdén de estos sectores de la sociedad, será la ciencia el único camino que ayudará a contrarrestar los embates del calentamiento global.

“Una parte fundamental en la tarea de los científicos es concientizar a los políticos y a la población sobre los riesgos que enfrentamos, puesto que ellos no tienen la voluntad suficiente para enfrentarlos”.

El científico ingles agregó que serán los científicos quienes resolverán este tipo de problemas, al encontrar nuevas fuentes de energía que no contaminen y que puedan llegar a las masas para que hagan uso de ellas.

Para el profesor de la Universidad Estatal de Florida, existe una preocupación mundial que también entorpece el camino rumbo a la paz y que afecta principalmente a los jóvenes en medio oriente: el fundamentalismo religioso.

“El peligro de los dogmas religiosos es cada vez más preocupante en Oriente Medio, puesto que los jóvenes están dispuestos a morir por causas irracionales”.

Añadió que los sacerdotes de cualquier religión no tienen certezas sobre lo que predican, como tampoco los políticos, frente a este panorama “la ciencia es la que nos proporciona certidumbre y solamente ella nos ayudará a alcanzar la paz y armonía”.

Para Kroto una parte fundamental en la lucha contra la catástrofe mundial se centra en la educación y en la divulgación científica, las cuales promueve a través de conferencias y talleres en diferentes países. “Debemos de acabar con la intolerancia y trabajar en la educación de las nuevas generaciones. Será así como hallaremos nuevas rutas para revolucionar el comportamiento social, es con los niños y los jóvenes donde encontraremos el gran hallazgo que necesitamos para solucionar nuestros problemas”.

Su descubrimiento contribuirá para mejorar el medio ambiente

Los fulerenos son la tercera forma más estable del carbono, tras el diamante y el grafito y se han hecho muy populares entre los químicos, tanto por su belleza estructural como por su versatilidad para la síntesis de nuevos compuestos, ya que se presentan en forma de esferas, elipsoides o cilindros. Los fulerenos esféricos reciben a menudo el nombre de buckyesferas y los cilíndricos el de buckytubos o nanotubos. Reciben este nombre de Buckminster Fuller, que empleó con éxito la cúpula geodésica en la arquitectura.

El fulereno más conocido es el buckminsterfulereno. Se trata del fulereno más pequeño de C60 en el que ninguno de los pentágonos que lo componen comparten un borde.

La estructura de C60 es la de una figura geométrica truncada y se asemeja a un balón de futbol (domo geodésico), constituido por 20 hexágonos y 12 pentágonos, con un átomo de carbón en cada una de las esquinas de los hexágonos y un enlace a lo largo de cada arista
Aunque el hallazgo de los investigadores es un gran avance científico, aún es muy temprano para explicar con certeza su uso en el futuro, señala Kroto.

“No podemos dar una respuesta sobre su uso prematuramente, pero hasta el momento gracias al descubrimiento fue posible descubrir otras moléculas, otras nanoestructuras”.

El científico apuntó que los fulerenos todavía se encuentran dentro de un proceso de investigación, pero adelantó que podrían hacer más eficientes los paneles solares y contribuir al mejoramiento del medio ambiente. También dijo que se busca su utilización en la medicina.

“Estas investigaciones se encuentran en procesos de hasta 30 años, sin embargo debemos apostar por ellas, porque son inversiones a largo plazo que aprovecharán las nuevas generaciones”.

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