Excélsior
17 de agosto de 2007
Karina ílvarez
Participaronn en el Verano de la Ciencia, en el que investigaron sobre temas que les preocupan
Son 812 jóvenes que han demostrado gran interés por la ciencia y la tecnología, por erradicar enfermedades como el tumor de estómago o la tuberculosis; son estudiantes universitarios de menos de 25 años de edad, que han obtenido los mejores promedios en toda la República Mexicana.
Ellos fueron seleccionados de todas las universidades del país para que participaran en el Verano de Investigación Científica 2007, organizado por la Academia Mexicana de la Ciencia y por el Instituto Pfizer, que concluyó ayer.
Este programa, según especialistas, tiene un peso decisivo en el desarrollo de la ciencia.
Estos muchachos también conocen las carencias económicas en la investigación, pues actualmente sólo se otorga 0.5% del Producto Interno Bruto para ello. A cada uno se le dio una beca de seis mil pesos; 60% de los participantes fueron mujeres y los 30 mejores proyectos recibieron un mayor estímulo.
Beatriz Kazuko de la Herrán, estudiante de la Universidad de Sinaloa, es una de las jóvenes que participó en estas actividades. Su proyecto se denomina Estudio Genético de Retinoblastoma.
«Buscamos mutaciones en niños con este tumor —en la retina— para su prevención. Para nosotros ha sido muy padre porque me ha permitido publicar un artículo con residentes del Instituto de Oftalmología Fundación Conde de Valenciana», explicó.
Y reconoció: «Necesitamos más investigadores en México y, con este apoyo, ojalá que se incremente. Yo, como médico, no estaba muy segura de seguir en la investigación, pero he reforzado mis planes».
Judith Zubieta, directora del programa Verano de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias, destacó que este programa permite darle «probadas» a los alumnos de cómo es una vida «coqueteándole» a la ciencia.
Afirmó que se trata de mejorar la vida de la población, pues mientras más científicos haya en México, más serán las voces que exijan al gobierno federal un mayor presupuesto para la ciencia.
Luis Felipe Olguín, alumno de Químicofarmacología en Durango, reconoció que terminó conquistado por la ciencia: «Mi trabajo lo desarrollé en la Universidad de Morelos. Trabajamos en la diferenciación in vitro de las células, para evaluar su respuesta y combatir la tuberculosis. La investigación siempre fue una meta en la vida, y tener esta oportunidad es algo que me ha ganado».