Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/278/18
Ciudad de México, 3 de diciembre de 2018
- Estela Susana Lizano Soberón se convirtió en la sexta mujer que se integra a la membresía de dicha institución, creada en 1943, luego de los ingresos de Beatriz Ramírez de la Fuente (1985), María Elena Medina Mora (2006), Linda Rosa Manzanilla Naim (2007), Concepción Company Company (2017) y Julia Carabias Lillo (201.
- La especialista en formación estelar apuntó en su lección inaugural que las pocas actividades humanas como la astronomía permiten apreciar la singularidad de las condiciones físicas idóneas que existen en nuestro planeta para la vida como la conocemos.
- La doctora Estela Susana Lizano Soberón recibe el diploma y el pin con el que se formalizó su ingreso como miembro de El Colegio Nacional, en una ceremonia realizada en el Aula Mayor de la institución, la cual fue encabezada por los doctores José Ramón Cossío Díaz, presidente en turno; y Manuel Peimbert Sierra, responsable de la contestación a la lección inaugural.
Foto: Elizabeth Ruiz Jaimes/AMC.
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La astrónoma Estela Susana Lizano Soberón ingresó como miembro de El Colegio Nacional durante una ceremonia realizada la tarde del viernes en el Aula Mayor de la institución. Su lección inaugural abordó el nacimiento de los sistemas planetarios y fue contestada por el también astrónomo Manuel Peimbert Sierra, quien fuera su profesor de física moderna en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La científica es la actual vicepresidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Su trabajo de investigación ha sido reconocido por las aportaciones fundamentales que ha hecho para el entendimiento contemporáneo del fenómeno del nacimiento de las estrellas en nuestra galaxia.
En su primera conferencia dictada en El Colegio Nacional habló sobre el nacimiento de los sistemas planetarios, fenómeno que es resultado del proceso de la formación estelar. Explicó que las estrellas se forman dentro de nubes de polvo y gas muy frías llamadas nubes moleculares, y señaló que en la actualidad se conoce mucho sobre este proceso de formación de las estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Dentro de esas nubes moleculares, que tienen miles de veces la masa del sol, se encuentran pequeños núcleos densos que son las “cunas” de las nuevas estrellas. El proceso de formación de estrellas requiere de acreción y eyección simultánea de masa, así como de elementos como el campo magnético y la turbulencia.
Estos últimos dos elementos operan de manera compleja para producir la estructura interna de las nubes moleculares, en particular, los núcleos densos, cunas de las estrellas. “El estudio de las nubes moleculares, su estructura y evolución sigue siendo un área muy activa de investigación. Por lo pronto sabemos que una pequeña fracción del gas de las nubes moleculares, menos del 5%, forma estrellas nuevas”, señaló la investigadora del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, con sede en Morelia, Michoacán.
Sistemas planetarios
Como parte central de la lección inaugural, Estela Susana Lizano indicó que las primeras imágenes de los discos protoplanetarios se obtuvieron apenas en la última década del siglo pasado con el interferómetro de radio Very Large Array (VLA), en Nuevo México, Estados Unidos, y son estos discos donde se empiezan a crear los sistemas planetarios como nuestro sistema solar. Además, destacó, que con la puesta en marcha del interferómetro Atacama Large Millimeter Array (ALMA) en el desierto de Atacama, Chile, en 2015, se han obtenido imágenes de los discos con un detalle asombroso.
A los discos protoplanetarios se les llama discos debido a que tienen forma aplanada, y protoplanetarios porque en ellos ocurren los procesos físicos que llevan a la formación de planetas. “Con el análisis e interpretación de las observaciones a través de modelos físicos, se han podido establecer las condiciones del gas y polvo en estos discos, previas a la formación de planetas. El estudio de los discos protoplanetarios permite entonces entender el origen de los sistemas planetarios”, describió.
En la última parte de la lección, la astrónoma abordó el tema de los exoplanetas —planetas fuera de nuestro Sistema Solar—, de las fechas en que se descubrieron, de las diferentes técnicas para detectarlos y de la búsqueda de exoplanetas rocosos como la Tierra dentro de la llamada zona habitable, la región alrededor de la estrella con una temperatura adecuada para que el agua pueda estar en estado líquido.
“Pronto sabremos si en la vecindad del sol hay planetas con alguna forma de vida. Un descubrimiento como éste tendría un gran impacto en la humanidad, en su forma de pensar. Habría que entender ¿qué es la vida?, ¿cómo se compara con la forma en que la concebimos ahora?, ¿cómo percibiríamos al Universo acompañados? Realmente estamos en una etapa muy emocionante, de descubrimientos insospechados”, dijo emocionada Lizano Soberón.
Apuntó que las pocas actividades humanas como la astronomía permiten apreciar la singularidad de las condiciones físicas idóneas que existen en nuestro planeta para la vida como la conocemos. Advirtió que aun cuando se encontraran exoplanetas similares a la Tierra, las enormes distancias interplanetarias harían prácticamente imposible llegar a ellos, al menos por ahora, porque no se tiene la tecnología para viajar a otros sistemas planetarios. “Por esto es importante ser conscientes como seres humanos de la necesidad urgente de conservar el medio ambiente en nuestro planeta”.
La nueva integrante de El Colegio Nacional
Al concluir la licenciatura en Física, Estela Susana Lizano tuvo la idea de dedicarse a la física aplicada, pero después de tomar un curso sobre medio interestelar con el investigador Jorge Cantó, la orientación de su vida profesional cambió porque “Jorge nos enseñó cómo las ecuaciones de dinámica de fluidos pueden describir fenómenos astrofísicos como la expansión del gas ionizado alrededor de estrellas masivas jóvenes, de los vientos estelares y la evolución de las explosiones de supernovas. Era una mezcla de matemáticas y física; así fue como deseché la física aplicada y salí de México para hacer la maestría y el doctorado en la Universidad de California en Berkeley”.
En esa institución, de donde egresaron otros destacados astrónomos mexicanos como Arcadio Poveda, Cristina Allen, Luis Carrasco, Silvia Torres y el propio Manuel Peimbert, trabajó en el Departamento de Astronomía con Frank Shu sobre la teoría de la formación de las estrellas, un campo que empezaba a tener mucho auge. “Se estaban descubriendo por primera vez detalles de los procesos físicos que ocurrían durante el nacimiento de las estrellas jóvenes”, narró la especialista.
Después de una estancia posdoctoral en el Observatorio Astrofísico de Arcetri en Florencia, Italia, regresó a México y se integró al Instituto de Astronomía. Poco tiempo después tuvo la oportunidad de formar parte de un grupo de investigadores de la UNAM que se trasladó a Morelia, Michoacán para fundar un nuevo campus.
Estela Susana Lizano Soberón ha sido distinguida durante su trayectoria profesional con varios importantes reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el Premio de Investigación Científica de la AMC, la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, la Beca John Simon Guggenheim Memorial Foundation y la Medalla Marco Moshinsky.
Ceremonia de ingreso
La lección inaugural de la doctora Lizano fue contestada por el astrónomo Manuel Peimbert Sierra, quien dio lectura a la semblanza académica de la nueva integrante de El Colegio Nacional, en la que reconoció las aportaciones científicas de Lizano Soberón y destacó la huella que ha dejado en los diferentes cargos que ha desempeñado a lo largo de su vida.
Como parte de las palabras que ofreció, Peimbert Sierra, emotivo, citó parte de un verso de Francisco Gómez de Quevedo, que dice: “El mentir de las estrellas es muy seguro mentir, porque ninguno ha de ir a preguntárselo a ellas…», y agregó “pero después de escuchar a la doctora Lizano, nos queda claro que es posible conocer de su nacimiento, crecimiento, cómo forman (las estrellas) sus sistemas planetarios y cómo es posible detectar los exoplanetas. Todo eso nos hace pensar que nuestro planeta no es tan único como creíamos».
La salutación protocolaria estuvo a cargo del doctor José Ramón Cossío, en su calidad de presidente en turno de El Colegio Nacional, quien le dio la bienvenida frente a una docena de integrantes de la institución, quienes fueron testigos de la ceremonia de ingreso, al igual que académicos, investigadores, familiares, amigos y público general.
Elizabeth Ruiz Jaimes.