La Jornada
16 de agosto de 2007
Claudia Herrera Beltrán
Premiados por el presidente Felipe Calderón, dos de los niños ganadores del Concurso Mundial de la National Geographic Society estudiaron en escuelas públicas y piden que el gobierno haga extensivos estos apoyos a sus planteles, sobre todo a las telesecundarias.
Orgulloso con su medalla de triunfador de la competencia que se realizó hace unos días en San Diego, California, Carlos Franco Ruiz, de 14 años de edad y originario de Zapotlán de Hidalgo Juárez, estudió en una telesecundaria y recuerda que ahí falta material didáctico y el «curso está muy viejo y desactualizado».
Este joven que ahora es alumno becado de una preparatoria privada comenta: «Las telesecundarias son las que reciben más alumnos y las que menos apoyo tienen del gobierno».
El junto con Angel Aliseda Alonso, de 16 años y Emanuel Johansen Campos, de 15, fueron recibidos por el presidente Felipe Calderón en la residencia oficial de Los Pinos y aunque no tuvieron oportunidad de plantearle sus peticiones, desean que esta administración apoye más a las escuelas públicas.
Y es que Calderón les prometió que recibirán una beca de excelencia para sus estudios de bachillerato y no obstante las «complicadas reglas», también la recibirán para cualquier universidad. Les entregó una lap-top a cada uno, además se comprometió a crear un fondo con la Academia Mexicana de Ciencias para captar y formar «talentos».
«Espero que este sea uno de muchos reconocimientos e incentivos que dé este gobierno a la educación», comenta Emanuel Johansen Campos, de 15 años de edad y originario de Tejalpa, Morelos, a su salida de Los Pinos.
Contó que su escuela, un Colegio de Bachilleres de Morelos, está «más o menos»: las aulas están sucias, las bancas «muy rayadas», pero sí disponen de aulas de computación.
Acompañados de sus padres y de sus maestros, los adolescentes platicaron durante media hora con Calderón y hasta bromearon sobre el grado de dificultad de las preguntas.
Luego, en las escalinatas de la residencia Miguel Alemán, los jóvenes posaron junto al Presidente de la República, quien los puso de ejemplo del «México ganador» que se propone construir. Después de las fotos y los saludos, los chicos regresaron a su vida normal. En las puertas de Los Pinos, Carlos, dejó atrás la imagen de niño genio y comentó gustoso su afición por dos grupos alemanes de rock: Rammstein y Lacrimosa.
Este jovencito, que cariñosamente es llamado Canis por su papás, en referencia a Canito, un personaje de caricaturas infantiles, sueña con ser licenciado en relaciones internacionales, lingí¼ística o «algo que se relacione con geografía».
Su compañero Emanuel recuerda que el concurso estuvo «algo complicado». Los conocimientos que se requerían no se obtienen en las escuelas, dijo, sino los tienen sólo aquellos a quienes de verdad les gusta la geografía.
Los siguientes en la lista de felicitaciones del presidente fueron los jóvenes estudiantes que ganaron el Premio Estocolmo Juvenil del Agua 2007. Con ellos habló ayer vía telefónica y los invitó también a una reunión en la casa presidencial.