Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/239/18
Ciudad de México, 17 de octubre de 2018
- La nueva directriz para el organismo, que se basará en cuatro ejes, requiere de inversión para la formación de personal de alta preparación e incremento de la infraestructura; una reorganización que debe ir acompañada de presupuesto y de una visión a corto, mediano y largo plazo, señala la futura titular del Conacyt.
- Invitada como ponente al foro «Conacyt: retos y perspectivas» en el Palacio Legislativo, María Elena Álvarez-Buylla reconoció que el Conacyt ha contribuido al crecimiento de la infraestructura de investigación científica en todo el país, a la creación de centros públicos de investigación y de laboratorios nacionales.
Foto: cortesía Nadia Valencia.
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Para evitar el retroceso y no desaprovechar la inversión que se ha hecho en la formación y la consolidación de la comunidad científica nacional, dijo María Elena Álvarez-Buylla Roces, designada futura directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), se requiere transitar hacia la articulación de una política científica con metas claras a corto, mediano y largo plazo.
Una política científica, abundó la investigadora, que permita la inserción efectiva de los científicos mexicanos en instituciones nacionales con proyectos de investigación que atiendan las demandas urgentes de la ciudadanía.
Durante su participación en el foro “Conacyt: retos y perspectivas”, que se llevó a cabo la tarde del martes en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Álvarez-Buylla reconoció que, durante su existencia, el Conacyt ha contribuido significativamente al crecimiento de la infraestructura de investigación científica en todo el país, a la formación de centros públicos de investigación y a la creación de laboratorios nacionales.
Es así como, “desde el grupo de transición del próximo gobierno, consideramos que se debe dar un nuevo impulso y orientación al Conacyt, lo que requiere de inversión encaminada a la formación de personal de alta preparación y a un incremento de la infraestructura. Esta reorganización debe ir acompañada de presupuesto y de una visión a corto, mediano y largo plazo”, expuso Álvarez-Buylla.
Al referirse al presupuesto para la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) en México, apuntó que a pesar de las modificaciones a la ley que obligan al gobierno federal a invertir el 1% del producto interno bruto (PIB) en ciencia y tecnología, esto no ha sido posible: “En 2016 dicha inversión se redujo 25% y en el presente alcanza 0.5% del PIB, así que debemos impulsar el compromiso de las entidades productivas privadas de este país para invertir en el desarrollo científico y tecnológico”.
Ante algunos de los diputados de la nueva legislatura, así como investigadores de diferentes universidades, centros de investigación y representantes de organismos del sector de CTI, María Elena Álvarez-Buylla, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, enumeró y describió de manera general los cuatro ejes rectores del nuevo programa del Conacyt, que como informó antes, cambiará al de Consejo Nacional de las Humanidades, las Ciencias y las Tecnologías.
El primer eje trata de la reestructuración del organismo, el cual priorizará la descentralización del conocimiento científico y tecnológico, “esto va a implicar tener dos polos, uno en La Paz, Baja California Sur, y otro que tendrá que permanecer en la Ciudad de México”, dijo la próxima titular del Conacyt. Añadió que además se “desarrollarán diez programas nacionales estratégicos que darán solvencia científica y tecnológica y apuntalarán proyectos prioritarios para el país”.
Para el segundo eje se plantea “un manejo presupuestal transparente, eficiente y austero, priorizando el fortalecimiento de la ciencia de frontera y la formación de nuevos científicos en diversas áreas, lo anterior articulado con los diez programas nacionales que se establecerán”.
La planeación del desarrollo científico nacional a largo plazo, orientando la ciencia nacional al combate de rezagos sociales, es el centro del tercer eje, con lo que se busca asegurar, de acuerdo con la investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, que los mexicanos por derecho constitucional tengan acceso a los beneficios de la ciencia y la tecnología, por ejemplo, apuntó, a “la prevención de desastres y a una respuesta eficaz ante ellos, a la promoción de enfoques sistémicos y preventivos de salud, a la producción de alimentos sanos, al cuidado del agua y a la promoción de investigación social para evitar la violencia”.
Mientras que el cuarto eje del nuevo programa que Álvarez-Buylla ha diseñado para el Conacyt incluye la redefinición de los criterios de evaluación del quehacer científico nacional fortaleciendo los aspectos cualitativos por encima de los cuantitativos, y la puesta en marcha de mecanismos de tolerancia cero a la simulación en el manejo de recursos públicos.
Otros aspectos de este cuarto eje que la próxima funcionaría pública mencionó, es la creación de nuevos centros públicos de investigación en estados que carecen hasta ahora de ellos, la repatriación del talento mexicano y la creación de cátedras científicas en áreas prioritarias para los intereses del país.
El compromiso de los legisladores
Tras escuchar la exposición de María Elena Álvarez-Buylla, la diputada María Marivel Solís Barrera, presidenta de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, quien convocó al foro, aseguró que no se han logrado generar las condiciones para desarrollar una política pública que respalde a la CTI “para convertir estos conceptos en elementos fundamentales del bienestar social, razón por la que requerimos saldar esta deuda con acciones claras y decisivas”.
La legisladora expresó su compromiso y el de los integrantes de la comisión a fin de acompañar desde su labor parlamentaria todos los esfuerzos y acciones que permitan en el corto y largo plazo resultados que la comunidad científica y el país demandan.
Mario Delgado Carrillo, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, subrayó que la ciencia tiene que ser una de las prioridades si se quiere un cambio y un país diferente. “En esta administración nos quedamos muy lejos de las metas que se planearon, entre ellas que el presupuesto para la ciencia alcanzara el 1% del PIB”, así que llamó a tomar el camino que han elegido otros países, el de apostar por la ciencia.
Noemí Rodríguez González.