Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/284/17
Ciudad de México, 11 de diciembre de 2017
- Se advierten logros y avances, pero falta mucho por alcanzar en la paridad de género en la ciencia, señala Elia Martha Pérez Armendáriz.
- Aunque México está a la vanguardia en políticas científicas con perspectiva de género, se necesita profundizar en la selección de prioridades y en su reglamentación legislativa, y alcanzar representación en espacios de toma de decisión. En la imagen, la investigadora Martha Pérez Armendáriz y la secretaria de Gobierno de la CDMX, Patricia Mercado Castro.
Foto: cortesía Blanca Bernal.
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El Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México (Inmujeres CDMX) celebró recientemente la XV edición de la entrega de la Medalla Omecíhuatl 2017, la cual reconoce aportes de mujeres para hacer efectiva la práctica de los derechos humanos y la construcción de la igualdad de género en la capital del país.
En el evento se entregaron 17 preseas a 15 mujeres y dos instituciones en 8 categorías en los ámbitos de educación, arte y cultura, deporte, ciencia y tecnología, liderazgo comunitario, administración pública, participación política, defensoría de derechos y periodismo.
Una de esas medallas fue otorgada en la categoría cuatro a Elia Martha Pérez Armendáriz, profesora e investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM y presidenta del Grupo Mujer y Ciencia de la UNAM, por “sus aportes a la ciencia y la tecnología, cuya experiencia personal contribuye al fortalecimiento de las mujeres en este campo y/o a una mejor calidad de vida de las mujeres”, categoría que compartió con Cecilia Castro García, urbanista y especialista en estudios de género y riesgos de desastres.
Pérez Armendáriz, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), expresó que esta medalla “es un reconocimiento importante y un estímulo muy significativo luego de 35 años de haber iniciado el desarrollo de políticas científicas con perspectiva de género en México, ya que este tipo de contribuciones aún son escasamente reconocidas en el país”.
En entrevista con la AMC señaló que desde que era estudiante estuvo interesada en impulsar acciones que disminuyeran la brecha de género en la ciencia, “nuestro trabajo se ha centrado en generar varias políticas y acciones, entre ellas impulsar el desarrollo y la visibilidad de las científicas, así como el que la actividad científica sea una opción vocacional para las niñas y también palanca de desarrollo económico del país ,que mejore el nivel de vida de la sociedad en general y en particular el de las mujeres”.
La percepción de que la defensa de la perspectiva de género en la educación y la sociedad es un tema principalmente impulsado por las áreas sociales es incorrecta, desde hace 35 años, siendo estudiantes del área biomédica, Pérez Armendáriz comenzó a impulsar la mayor incorporación de las mujeres a la ciencia y al desarrollo científico.
La investigadora recordó que este proceso comenzó en los años ochenta cuando inició un movimiento de mujeres en la ciencia en el Cinvestav del IPN, a través de la creación de diferentes grupos que llegaron incluso a tener un carácter nacional como fue la Asociación Mexicana de Mujeres en la Ciencias, (AMMEC), en la que los estudiantes de posgrado de las áreas biomédicas estuvieron muy presentes y de esto se conoce poco. “Entre otras cosas, este reconocimiento es importante, porque permite visualizar esta parte de la historia”, señaló.
Avances
Elia Martha Pérez Armendáriz resaltó que en estas últimas tres décadas han logrado avances importantes, al principio fue trabajar en un semillero que empezó con la divulgación de las primeras políticas científicas con perspectiva de género en diversos congresos, principalmente en la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas, a través de la edición de los primeros boletines para científicas que editamos. De esta forma estas ideas llegaron a muchas otras estudiantes e investigadoras de otras instituciones de educación superior del país, quienes generaron diversos grupos afines en diferentes estados de México. Estas iniciativas tuvieron un alto impacto, porque en conjunto han podido sensibilizar a la comunidad nacional sobre la relevancia de apoyar el avance de las mujeres en las ciencias.
Este movimiento de mexicanas en la ciencia ha servido también para sensibilizar a organizaciones internacionales que aparecieron después de las primeras agrupaciones que formamos y que han tomado esta temática como aspecto central en sus políticas, por ejemplo, la Organización de Científicas de Países en Desarrollo (OWSD, sus siglas en inglés), que a su vez han incidido en organizaciones mundiales, por ejemplo, en el 2015 las Naciones Unidas creó el Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia.
“De tal forma que las organizaciones que formamos –apuntó Armendáriz– han sido pioneras en la temática internacionalmente y en particular en la región iberoamericana”.
Posteriormente y a fin de dar continuidad a los proyectos ya citados y desempeñándose ya como investigadora, la doctora en Ciencias fundó junto con otras colegas el Grupo Mujer y Ciencia de la UNAM en el 2006, agrupación que ha sido pionera en la contribución de políticas científicas con perspectiva de género, lo cual “ha representado mucho esfuerzo y trabajo, pero es grato poder ahora ver que este es ya un movimiento internacional en el que México está al frente”, dijo.
Logros
Uno de los principales logros es haber propuesto e impulsado la inclusión de la perspectiva de género en la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2007. En 2010 la aprobó la Cámara de Diputados y en 2013 la Cámara de Senadores. “Esto ha sido importante porque nos da un marco legislativo inicial en el país, si bien hay una política para que las mujeres incursionen más en el desarrollo de la ciencia en los países de América Latina en general y el mundo, ciertamente la forma en que esta perspectiva de género va incorporándose y, por ende, los resultados, tiene manifestaciones particulares en cada país”.
Un segundo logro fue el encuentro nacional en 2015, en el cual colaboramos con el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) y 19 redes nacionales de expertas de género para impulsar políticas científicas dirigidas a que se reconozca y estimule el desarrollo de las investigaciones de género desde la perspectiva de las diferentes áreas de la ciencias, esto es, que se reconozca la existencia de un campo de ciencia y género en México y que las aportaciones en esta materia sean reconocidas por el Sistema Nacional de Investigadores.
Tercero, hemos contribuido importantemente a la visibilidad de las aportaciones de las científicas mexicanas a través de organizar diversos simposios institucionales, talleres y congresos nacionales así como internacionales , convocados en colaboración con la UNAM, el FCCyT , CONACyT , el Instituto de Ciencia y Tecnología de la CDMX e Institutos de las Mujeres tanto federal como de la CDMX.
“Así, hemos propuesto más de 120 políticas científicas con perspectiva de género presentadas en foros con la participación de organismos de representación nacional. De manera global y con la participación de diferentes académicas y agrupaciones de investigadoras e instituciones del país hoy existe un banco de más de 250 propuestas entregadas al Conacyt , que son muestra del enriquecido debate que se ha generado en nuestro país al respecto”, recalcó Pérez Armendáriz.
La investigadora sostuvo que México está a la vanguardia en políticas científicas con perspectiva de género, pero hizo hincapié en la necesidad de profundizar en la selección de prioridades y en su reglamentación legislativa, así como alcanzar representación en espacios de toma de decisión, y aunque hay avances, falta mucho camino por recorrer a fin de lograr la paridad de género en la ciencia.
Elizabeth Ruiz Jaimes.