Reforma
20 de septiembre de 2006
Patricia López
Une ciclo a científicos y humanistas
La bioética no es sólo la ética médica, también abarca la ecología, los derechos humanos, la biotecnología, la parte jurídica y el diálogo interdisciplinario entre esas áreas del conocimiento cuyo eje es la vida, advierte la filósofa Juliana González.
Y es pensando en sumar temáticas y especialistas relacionados con esta creciente rama de la ética que la investigadora emérita de la UNAM, junto con sus colegas del Seminario Interdisciplinario de Bioética de la Facultad de Filosofía y Letras, organizan el ciclo de conferencias La bioética pregunta…
Ahí, once expertos debatirán -del 25 al 27 de septiembre en el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM- sobre la relación entre la bioética y áreas de alta especialización como neurociencias, economía, biotecnología, derechos humanos, genómica, legislación, ética médica y ecología.
«La idea, nacida en el seminario, es plantear a los científicos problemas que la bioética encuentra en cada una de sus áreas, pero dejamos abierto que ellos aborden los problemas que quieran. No sabemos si nos responderán o plantearán nuevas preguntas», señala.
En la ecología, tema que abordará José Sarukhán, González encuentra una predisposición natural a la ética, pero también retos mayúsculos.
«Me atrevería a decir que la ecología es una rama de la ética; es inseparable la preocupación ecológica de la preocupación ética de conservar y salvaguardar el patrimonio ecológico de la Tierra y la biodiversidad en todos sentidos», reflexiona.
Destaca que, aun sin formación filosófica, los ecólogos incluyen a la bioética en su trabajo de forma intuitiva.
«La reflexión ética les aborda a los ecólogos de algún modo. Pero a la vez les están brotando por todos lados los problemas, el concepto mismo de destrucción, el concepto de pobreza, la irresponsabilidad política para cuidar el planeta, las amenazas para el presente y para el futuro, todo ello es una problemática ética», sintetiza.
Algunos debates a plantear en neurociencias incluyen un reto al determinismo y al reduccionismo, advierte.
«Hay neurocientíficos que reducen todo a bioquímica y a los enlaces eléctricos en el cerebro. ¿Pero qué pasa entonces con la experiencia, con las aportaciones del ambiente a esa actividad cerebral de cada uno y con expresiones irreductibles como el arte?», cuestiona González sobre el tema que abordará el neurofisiólogo Ricardo Tapia.
Próxima a publicar un libro cuyo título tentativo es Genes, cerebro y alma, la estudiosa se pregunta qué tanto queda del alma en los estudios neurocerebrales.
«La maravilla es que queda todo, porque las neurociencias no van a destruir la historia de la cultura humana, sólo van a iluminar el universo cultural y espiritual de una nueva forma. Esta es mi hipótesis», sentencia.
Francisco Bolívar Zapata, Ruy Pérez Tamayo, Adolfo Martínez Palomo, Juan Pedro Laclette, Rolando Cordera, José Luis Soberanes y José Ramón Cossío participan también en el ciclo, que inaugura Guillermo Soberón, presidente de la Sociedad Mexicana de Bioética.
Homenaje en vida
Otro ciclo de conferencias celebra a la humanista Juliana González, quien ayer cumplió 70 años de edad. El festejo inicia hoy a las 10:00 horas en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras, con los Diálogos filosóficos, un recuento por sus aportaciones académicas, actividad que se prolonga hasta el 22 de septiembre.
Las relaciones entre ética, bioética y genética; la ética en la filosofía griega, ética y psicoanálisis, derechos humanos, ontología, metafísica y una revisión de la Universidad, las humanidades y la filosofía reúnen el universo de estudio de González, a quien acompañarán destacados humanistas y científicos en un viaje por sus prolíficas aportaciones.