Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/39/06
México, D.F., miércoles 5 de julio de 2006
- Cuatro jóvenes de bachillerato se enfrentan estudiantes de 74 países
- Desde 1992, México ha conquistado 5 medallas de plata, 20 de bronce y 10 menciones honoríficas
- Los seleccionados nacionales pasan por una fase teórica y otra práctica.
Foto: Lourdes Torres Camargo/AMC.
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La selección que representa a México en la Olimpiada Internacional de Química se encuentra en Gyeongsan, Corea del Sur, ciudad donde concursan frente a estudiantes de entre 17 y 18 años provenientes de 74 países.
La representación nacional está integrada por Alberto Fernández Alarcón, José Antonio Rivera Mayorga, Edgar Jacob Orozco Arámbula y Jorge Luis Valderrama Celestino.
Esta es la quinceava ocasión en que nuestro país participa en esta competencia internacional, donde desde 1992 ha conquistado 5 medallas de plata, 20 de bronce y 10 menciones honoríficas.
Maria Antonia Dosal, coordinadora de la Olimpiada Nacional de Química que organiza la Academia Mexicana de Ciencias, resaltó que cada uno de los estudiantes seleccionados a lo largo de 15 años han sido inteligentes, autodidactas, competitivos y con ganas de aprender.
La Olimpiada Internacional de Química (que se lleva a cabo del 2 al 11 de julio(
es una competencia individual que consta en dos partes: un examen experimental y otro escrito, ambos enfocados a los temas de química orgánica, química inorgánica, química analítica y la fisicoquímica.
Las pruebas están elaboradas en inglés, pero los profesores que acompañan a cada selección tienen la responsabilidad de hacer una traducción a su idioma natal.
Mauricio Castro Acuña, también coordinador de la olimpiada nacional, detalló que cada anfitrión envía un temario para la preparación de los concursantes y, por lo general, hace hincapié en alguna área importante para el país. En este caso, Corea del Sur dio preferencia a la química orgánica, espectroscopia y bioquímica.
En opinión del seleccionado Alberto Fernández Alarcón, originario de Veracruz, las olimpiadas de las ciencias son una manera eficaz de difundir el conocimiento entre los jóvenes. «Hay un mundo amplio en las disciplinas que confluyen en la ciencia y que abren nuevas posibilidades de aprendizaje».
El joven de 18 años destacó que el programa adentra desde la preparatoria al ambiente universitario y motiva a la juventud a convertirse en investigadores triunfadores. «Esto es lo que necesita el país. A mí me gusta la ciencia por lo que estudiaré química», dijo.
José Antonio Rivera Mayorga coincide en que las olimpiadas impulsan la ciencia en México. También acaba de elegir la carrera que seguirá: químico fármaco biólogo en la Universidad de Guadalajara.
Dar lo mejor de sí mismo, hacer un buen papel y obtener una medalla son los objetivos del michoacano Jorge Luis Valderrama Celestino. El joven de 17 años subrayó que participar en la olimpiada le ayudó a definir su vocación, pues estudiará ingeniería química.
«Como seleccionado percibes que los conocimientos que tienes son mínimos y cuando adquieres nuevos te apasionas más, eso te ayuda a elegir lo que deseas estudiar», comentó.
Edgar Jacob Orozco Arámbula, originario de Jalisco, lamentó que la mayoría de la gente perciba a las carreras científicas como algo difícil de estudiar porque creen que no podrán lograrlo. «Sin embargo, es factible hacerlo. Tal vez no sea sencillo porque todas las materias tienen su grado de complicación, pero se puede lograr».
Finalmente, María Antonia Dosal consideró que el problema del mexicano es su inseguridad. ¡Estos certámenes precisamente les aporta lo contrario: provee seguridad al participante».