Vanguardia
27 de junio de 2006
Semanario
SALTILLO, COAH.- Carlos Cavazos Padilla cuenta con una cualidad que pocas personas poseen; es amigo de los números y disfruta las clases de matemáticas a las que jamás ha considerado una obligación. Carlos no tiene el aspecto serio de un estudioso de las matemáticas, por el contrario, es bromista y habla de la importancia de tener amigos y de salir a jugar con ellos en las tardes.
Es cierto que tiene pasatiempos poco comunes, como realizar ejercicios matemáticos en su casa con la ayuda de una enciclopedia. Pero entre sus diversiones no sólo se encuentra el resolver acertijos aritméticos, también disfruta ver ¡La Fea más Bella!, así como practicar beisbol y futbol, porque Carlos es de los jóvenes fanáticos que están pendientes de los partidos del Mundial.
Carlos estudia el sexto año de primaria en el Colegio Morelos, y su gusto por las matemáticas lo llevó a participar en la décimaprimera edición del Concurso Primavera de las Matemeaticas, organizado anualmente por la Academia Mexicana de Ciencias y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, en el que obtuvo el primer lugar a nivel nacional.
Distinción que lo llevó a participar en la Décimasegunda Olimpiada de Mayo de Matemáticas, competencia iberoamericana que se realiza en los países de habla hispana y portuguesa.
Es un hecho que Carlos se encuentra entre los niños con mayores habilidades matemáticas de todo el país, pues la competencia otorgó 11 primeros lugares en la categoría ¡Cotorra!, diseñada para los niños de educación primaria. Pero el joven estudiante está en la espera del último resultado, que se dictaminará en Argentina, país coordinador, y que indicará cuáles alumnos, de los 10 mejores, representarán a México en las competencias internacionales.
Carlos recuerda el largo trayecto de la competencia, que inició el 21 de enero de este año, y en la que participó gracias a la invitación de su profesora Adriana del Carmen Coronado.
¡El último examen para desempatar fue el más difícil de todos, si me dio un poco de miedo. Pero el haber obtenido el primer lugar me hace sentir muy bien, es lo mejor que me ha pasado en el año!, declara sonriente.
¡Y es que en este examen Carlos tenía que desarrollar el problema, plasmar el procedimiento y el resultado. El trabajo con Carlos es decirle que no debe olvidar desarrollar y escribir en el papel todos los caminos que lo llevaron al resultado, porque él hace mentalmente todo el procedimiento!, agregó su profesora.
Doble orgullo
Adriana del Carmen Coronado tiene un doble motivo para sentirse orgullosa; el primer lugar nacional que obtuvo Carlos y la participación de otra de sus alumnas, Jessica Sigala Puente, en la Olimpiada del Conocimiento.
¡Cuando veo que estos niños tienen una habilidad que va más allá de la media del grupo, es cuando, como maestro, te das cuenta de que hay algo más, que estos alumnos pueden afrontar distintos retos. Pero es un proceso que debería tener seguimiento, que debe comenzar en los primeros años de educación para después continuar en la secundaria!, comentó la profesora de sexto año.
¡A este tipo de estudiantes se les deben dar becas, brindarles una educación especial, para que su inteligencia y habilidad no pasen inadvertidas y puedan seguir creciendo!, consideró.
Agregó que Jessica es un ejemplo de constancia y estudio, porque además de la Olimpiada del Conocimiento participó en el Concurso Primavera de las Matemáticas.
¡Jessica pasó a la segunda etapa del concurso de matemáticas, en la que participaron cerca de 16 mil niños, de los cuales se seleccionaron 120 niños para la tercera etapa de la competencia, en la que Carlos obtuvo el primer lugar nacional!, precisó Coronado.
Jessica comentó que se siente orgullosa de haber participado en dos concursos, porque es muy difícil que el mismo alumno sea seleccionado para dos competencias de carácter nacional.
¡Fue difícil porque tenía que estudiar mucho para los dos concursos, pero me dejó bonitos recuerdos y experiencias!, expresó Jessica.
Los dos estudiantes ya tienen claro la carrera universitaria que desean estudiar en el futuro, Jessica quiere ser química y Carlos desea ser médico ginecólogo, carrera que no ve peleada con las matemáticas, porque ¡los doctores también deben saber medir los mililitros!, concluye con una sonrisa.