Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/33/06
México, D.F., miércoles 14 de junio de 2006
- Unen esfuerzos las academias Mexicana de Ciencias, de Ingeniería y Medicina para fungir como consultoras estratégicas en ciencia y tecnología
- La alianza llevará a cabo estudios de impacto social en áreas como biodiversidad, cambio climático, salud, educación, energía y agua
- La reunión se llevó a cabo en la sede de la Academia Nacional de Medicina.
Foto: Claudia Macedo/AMC.
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Las academias Mexicana de Ciencias (AMC), de Ingeniería (AI) y Nacional de Medicina (ANM) pusieron en marcha una alianza para constituir la Fundación Nacional de Investigación, la cual busca promover la participación de la comunidad científica como un motor fundamental para el desarrollo nacional.
Con esta iniciativa, las tres academias pretenden contribuir, en un trabajo prospectivo y de planeación, como organización consultora en el desarrollo de estrategias generales para el impulso científico y tecnológico de México, así como organización consultora en temas específicos.
Los presidentes de las tres academias recordaron que esta iniciativa resurge luego de 11 años, cuando los entonces titulares de estas asociaciones (Hugo Aréchiga (ANM), Mauricio Fortes (AMC) y Luis Esteva (AI)( firmaron un convenio con la meta de hacer estudios multidisciplinarios, lo cual condujo a dos grandes investigaciones, una de ellas titulada El agua y la Ciudad de México.
Acerca de esta fundación, el presidente de la AMC, Juan Pedro Laclette, consideró como una buena iniciativa el sumar esfuerzos, con el objetivo de lograr que la investigación y el desarrollo sean adoptados en una verdadera política de Estado, así como reconocidos y aprovechados como un bien nacional.
Al hacer un balance del escenario actual, afirmó que la ciencia mexicana presenta una situación complicada por la falta de aumentos en el presupuesto con relación al producto interno bruto del país en los últimos años, así como por el desinterés de la iniciativa privada por invertir en este rubro.
Por lo anterior, Laclette aseveró que las tareas de la Fundación Nacional de Investigación son enormes y difíciles, que van desde elaborar un plan de investigación, desarrollo e innovación, para ser entregado a las personas en posición de tomar decisiones en las esferas gubernamentales, hasta formular otro plan dirigido a la sociedad.
El también director del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que, a diferencia del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, donde se mantienen comités disciplinarios, esta alianza entre las academias tendrá una organización de comités por proyectos específicos, en forma tal que se agilice la generación de documentos guías en asuntos tales como biodiversidad, cambio climático, salud, educación, energía, agua y sociedad civil, entre otros.
Acompañado por Gustavo Chapela, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Laclette aclaró que la Fundación Nacional de Investigación no estará por encima de las academias sino, al contrario, al servicio de cada una de ellas, toda vez que los presidentes, vicepresidentes y dos miembros designados por cada una de las academias conformarán la Junta Directiva y el Comité Ejecutivo del nuevo organismo.
En su oportunidad, Gerardo Ferrando, presidente entrante de la AI, manifestó que la solución para diversos problemas que enfrenta el país demanda la convergencia de visiones, voluntades y esfuerzos entre áreas y disciplinas diversas.
Detalló que cada una de las tres academias que integran esta Fundación tienen objetivos comunes, por lo que resulta natural pensar que pueden y deben concentrar y totalizar sus esfuerzos en casos de interés común, bajo un esquema de provecho compartido, el cual permita acercar las semejanzas y ofrezca a cada una la oportunidad de atender sus especificidades.
Gerardo Ferrando hizo énfasis en que esta nueva Fundación evoca experiencias de otros países que han resultado ser muy exitosas para impulsar el avance de la ciencia y el desarrollo tecnológico, las cuales datan desde 1916.
Para el también profesor de la UNAM, uno de los primeros retos de esta iniciativa será el de identificar las áreas donde se pueda y deba trabajar de manera conjunta entre las tres academias, con el fin de incidir en la sociedad y tratar de combatir las tremendas desigualdades y la pobreza, por la manera más efectiva, que es a través de la educación y el empleo.
En tanto, Misael Uribe, presidente de la ANM, sostuvo que esta naciente fundación debe convertirse en un órgano de consulta del gobierno federal del más alto nivel pero, al mismo tiempo, ser un detonante en la creación de una cultura científica en la población mexicana, a través de dar solución a los problemas que la aquejan.
¡Esta iniciativa es para que las academias le den la cara a la sociedad!, dijo Misael Uribe, quien reconoció que es importante cambiar la actitud pasiva de la comunidad científica y, a través de un esquema ordenado, ubicar a la ciencia en el lugar que se merece en el desarrollo nacional.