Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/231/16
Ciudad de México, 11 de octubre de 2016
- Ha sido difícil convencer a los dignatarios mundiales que no se puede hablar de desarrollo en contextos ajenos a las prácticas culturales: Nuria Sanz.
- Posee México 34 sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, 42 Reservas de la Biosfera y 7 prácticas culturales registradas en la Lista Representativa del Patrimonio Intangible de la Humanidad, lo que muestra la riqueza de su diversidad cultural.
- México es el único país donde se implementa a nivel estatal una serie de indicadores para cuantificar el impacto de la cultura en las políticas públicas de los países miembros de la ONU. El trabajo se hizo en Guerrero, ahora se lleva a cabo en Colima y se realizará próximamente en la Ciudad de México.
- Nuria Sanz, directora de la UNESCO en México, durante la presentación del Informe Mundial Diálogos Post-2015 sobre Cultura y Desarrollo en la sede de las Naciones Unidas en el país.
Foto: AMC/Elizabeth Ruiz Jaimes.
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La cultura ayuda a abordar los desafíos del desarrollo global a través de su papel en el desarrollo humano y el crecimiento económico, es una fuerza para aportar estabilidad, resistencia y significado a las comunidades; es importante entenderla como algo abierto y en evolución, sostuvo Nuria Sanz, directora de la Unesco en México.
Al presentar el Informe Mundial Diálogos Post-2015 sobre Cultura y Desarrollo en la sede de las Naciones Unidas en México, la funcionaria añadió, sin embargo, que ha sido difícil convencer a los dignatarios mundiales que no se puede hablar de desarrollo en contextos ajenos a las prácticas culturales.
Informes como este, dijo, sirven para que México y otros países construyan sólidos pilares culturales y puedan estar más presentes en términos de cooperación internacional. «No es posible implementar prácticas sostenibles si no se enmarca el desarrollo en un profundo conocimiento de la identidad cultural, porque es desde el espacio de la creatividad desde donde se genera el capital para la diversidad».
La diversidad cultural mexicana tiene un lugar de excepción en las Convenciones de la Unesco, con 34 sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, 42 Reservas de la Biosfera, siete prácticas culturales registradas en la Lista Representativa del Patrimonio Intangible de la Humanidad, es decir, el país tiene un gran potencial para situar a la cultura en el centro del desarrollo sostenible, indicó.
De acuerdo con Nuria Sanz, instrumentos como el Informe Mundial Diálogos Post-2015 sobre Cultura y Desarrollo tienen la utilidad de orientar la adopción de nuevas políticas públicas, económicas y sociales para consolidar a la cultura dentro de sus planes de desarrollo trazados en concordancia con la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.
En México se trabaja con esta herramienta que permite cuantificar el impacto de la cultura en las políticas públicas de los estados miembros y es nuestro país el único donde se implementa a nivel estatal el desarrollo de los indicadores, «ya lo hicimos en Guerrero, estamos trabajando en Colima y también se realizará para la Ciudad de México, esto servirá de prototipo para todos aquellos países que tengan un sistema de descentralización de competencias importantes o aquellos que no lo tienen y que necesitan los indicadores para justificar que la política cultural debe estar en la base de las políticas del desarrollo».
El Informe
El informe estuvo coordinado por la Unesco en estrecha colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en el cual se reúne y sistematiza la información desprendida de las encuestas mundiales organizadas de 2013 a 2015 para dirigir la reflexión en torno a la contribución de la cultura al desarrollo, en el marco de la definición de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
De acuerdo con Magdalena Díaz Téllez, directora general adjunta para la Unesco de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México realiza un mapeo de cada uno de los objetivos, metas e indicadores con los programas, planes y competencias de las diversas dependencias de gobierno a fin de poder realizar una revisión de las capacidades institucionales para la aplicación de la Agenda 2030.
En ese sentido, se reconoce, apuntó, que la implementación y seguimiento de la Agenda 2030 representa retos significativos, cuantiosos, recursos de todo tipo, la aplicación de enfoques integrales y, sobre todo, la coherencia de las políticas respecto a las tres dimensiones del desarrollo económico, social y ambiental».
En este trabajo se presenta de manera global las múltiples formas en las que la cultura incide en el abatimiento de la pobreza, el acceso a la educación, la consecución e importancia de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, la contribución de la cultura en la planificación urbana, la vinculación inherente entre cultura y conservación de la biodiversidad, sin olvidar el importante rol que ocupa la cultura en los procesos de resolución de conflictos y en el establecimiento de la paz.
En suma, la cultura como el elemento transversal y posibilitador de un desarrollo verdaderamente local y centrado en las personas, tal y como lo define la Agenda de Naciones Unidas 2030.
Con el fin de escuchar el mayor número de voces posible se realizaron consultas nacionales en Bosnia y Herzegovina, Ecuador, Malí, Marruecos y Serbia y la dinámica se amplió a una consulta global a través de una convocatoria internacional de artículos y una serie de discusiones electrónicas; al concluir el proceso se recibieron en conjunto 211 contribuciones de diversos actores a nivel internacional.
En la presentación del informe estuvieron también presentes Gabriela Rivera, de la Asociación Nacional de Programas de Salud, Sexual y Reproductiva, Adolescencia y Grupos Vulnerables UNFPA; Alejandro Salafranca, coordinador de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
El informe puede ser consultado en:
http://unesdoc.unesco.org/images/0024/002450/245058S.pdf
Elizabeth Ruiz Jaimes.