El Universal
19 de abril de 2006
Alejandra Martínez
La comunidad científica habló, hizo un diagnóstico de la ciudad y presentó sus propuestas para contribuir a disminuir los problemas que aquejan a los capitalinos.
Fue un encuentro con Marcelo Ebrard, candidato de la alianza Por el Bien de Todos a la Jefatura de Gobierno, quien propuso crear una secretaría de ciencia y tecnología, así como un sistema que tenga el control de estas actividades.
Eso sí, aclaró que la dependencia que se propone crear, una vez que llegue a la Jefatura de Gobierno, será distinta a la que por dos legislaturas impulsó el PAN. «Nosotros tenemos otra visión y concepción, por eso vamos a trabajar con la Academia de Ciencias, firmaremos un contrato y cada tres meses el jefe de Gobierno comparecerá para buscar soluciones en conjunto».
Para la operación de esta nueva secretaría, Ebrard estimó un presupuesto de 500 millones de pesos, dinero que aportarán tanto el gobierno local como instituciones de educación superior y organizaciones privadas.
La sede de la Academia, en lo que fue la residencia de descanso del ex jefe de la Policía, Arturo Durazo, recibió ayer a expertos en distintas áreas. Manuel Perló, del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, habló sobre los riesgos de inundaciones masivas si no se da mantenimiento al drenaje profundo.
Aumentar el sistema de microbuses, profesionalizar a los cuerpos policiacos, mantener la alerta sísmica e impulsar la remodelación de vivienda fueron otras de las propuestas.
Por la mañana, Ebrard viajó en Metro para repartir propaganda como parte de su campaña proselitista.
Desde las siete de la mañana, el perredista comenzó sus actividades con un mitin que realizó en la explanada del metro Insurgentes.
Posteriormente viajó a la estación Chapultepec, donde repartió volantes, lo mismo a vendedores de tamales y de tacos que a un indigente.
En medio del ajetreo, repartió volantes a quienes estaban formados en las distintas rutas de microbuses.
Después se lustró los zapatos con Gustavo Flores, quien dijo es ingeniero textil de profesión, pero desde hace años fue despedido, por lo que «mi diploma ahora sólo sirve para adornar la pared de mi casa».