El Sol de México
24 de enero de 2015
Claudia Rodríguez / El Sol de México
Organización Editorial Mexicana
Ciudad de México.- El asteroide 2004 BL86, con un diámetro de un kilómetro aproximadamente, pasará el próximo lunes 26 de enero, a una distancia de 1.2 millones de kilómetros de la Tierra, sin que represente riesgo alguno para el planeta, informó la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Precisó que se trata de un objeto relativamente grande, por lo que ofrece una oportunidad única de observar y aprender más, y será un espectáculo para los amantes de la observación del Universo, pues dicho asteroide sobrevolará la Tierra a una velocidad de 56 mil 420 kilómetros por hora, y con ayuda de un telescopio convencional, incluso binoculares, se podrá observar como un pequeño punto desplazándose lentamente.
Alejandro Farah, del Instituto de Astronomía de la UNAM, explicó que la razón de por qué estos grandes cuerpos se acercan a la Tierra tiene una explicación: como producto de choques entre ellos y por interacción entre las gravedades de los cuerpos.
«Normalmente los asteroides se encuentran viajando entre las orbitas de Marte y Júpiter, y algunos llegan a colisionar produciendo el mismo efecto que ocurre cuando chocan las bolas de billar, desviando a algunos de ellos del conglomerado. Otros llegan a pasar cerca de un cuerpo más grande que los desvía gravitatoriamente y los expulsa en dirección hacia el Sol, o nuestro planeta», dijo.
En muchos casos, señaló, Júpiter funciona como escudo de la Tierra porque es un planeta muy masivo y su gravedad atrae con mayor fuerza a los asteroides, capturándolos en una órbita a su alrededor y con el tiempo terminan estrellándose con el gigante planeta, sin embargo, en otros casos esto no es así.
Dijo que cuando se desvían resulta importante monitorearlos pues algunos podrían ser peligrosos para nuestro planeta, sobre todo si son de gran tamaño y si tienen posibilidades de chocar contra la Tierra y, debido a la velocidad con la que se mueven, sería un choque con una gran liberación de energía. Esta tarea es un trabajo de tiempo completo, ya que muchos de los asteroides no se pueden monitorear dado que son pequeños y oscuros, hacerlo implicaría contar con instrumentos con capacidad de hallarlos y seguirlos.
«Existen varias técnicas de monitoreo, una de ellas cuando se reflejan o desintegran lentamente por la luz del Sol como el caso del cometa Lovejoy, que alcanzó su distancia más cercana a la Tierra el pasado 7 de enero; pero cuando no ocurre así, se utilizan técnicas de ocultación, es decir, un asteroide que pasa frente a una estrella se vería como un eclipse, esto sirve, sobre todo, para conocer sus dimensiones, además de la información que ofrecen los satélites espaciales», dijo integrante del comité organizador de la Noche de las Estrellas, un programa de la Academia Mexicana de Ciencias.